Dmitry
me pe
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e alojaba en aquella casa principal era aquel hombre que salvo. Cada historia que leía de él mientras bajaba
de él, no creía que en serio aquel hombre le estuviera gustando. Parecía ser un alma sin pena mientras ella intent
yendo a descubrir si aquella fachada era cierta. Mordió su labio desesperada hasta el pu
ra aquello que provoco ruido en su casa, ya que ella estaba sola en ese momento, por lo que temía aún más lo q
antes de que ese Alfa tapara su boca con sus manos, la sostuvo mientras Olivia seguía gritando por el gran pánico qu
top, observando la foto de él mientras despedaza a alguien -. Te soltaré, pero
ó dese
.? -. Cayó tartamude
a mi ángel guardián?
l nudo mientras Dmitry la miraba sin apartar su mirada rojiza de ella. En ese momento donde se miraban, ambos ella juró que aquel
sedad que ella mostraba con su actitud dura, cuando
ó cuando él se acercó a ella poniendo una de sus manos en
liente, cerro sus ojos temblando por el tacto de él sobre ella. Dmitry solamente repasaba su pulgar por la mejilla
a ese miedo, era más que satisfacción. Era indescriptible que ni siquiera Olivia entendía el porqué él hacia lo
cásticamente -. Tú me s
rme -. No he hecho nad
l peligro que Dmitry representaba, no entendía que era lo mal que había hecho,
que más temía expresar salieran a la luz. Quería llorar desconsolada en la oscuridad
uzó de brazos con una mirada fría -. Y claro que
su única defensa ante aquel felino que podía despedazarla en solo un segundo, pero al
to, lo si
su blusa para controlar el temblor de sus manos. Dmitry ladeo su rostro con una sonrisa, le señalo que se acercara a él con su mano, algo que hizo torpemente Olivia mie
o, nadie sabría de tu existencia ni de que hubieras existido alguna vez. Pregúntame ¿por qué no lo hice?, conej
llas no parecía tener la fuerza que estaba usando con ella. Aunque Dmitry pareciera no utilizar toda su fuerza,
sus ojos de ese color igual al de un durazno miraron atentos al Alfa enfrente suyo,
hiciste, Dmitry? -
no apartara su vista de él, ver aquellos ojos de un naranja claro pa
su cuello. Pensó que estaba perdida, en ese momento. Pero la respiración cálida de ese felino rozo con sus mejillas llamando su atención -. Pero mi ángel guardi
volvería a burlar por ser débil?, abrió sus ojos con firmeza, creyendo correctamente en lo que diría para no desvergonzar a su familia. Aunque Oli
isa de él -. No haré lo que tú digas -llamo la atención de un felino que no dudo en poner más fuerza
guar. El Alfa felino la dejo caer de nuevo al suelo sin creer lo que había escuchado en ese momento, nadie lo había desafiado como la coneja que estaba acabando
iende algo desde ahora... -respiro con fuerza conteniéndose al ver la poca inteligencia de la coneja -.
la se armó de valor, volviendo a desafiar a Dmitry, que pensaba sería fácil al ha
tás loco si crees que viviré en el mismo techo que tú y que soportaré tu comportamie
uerer acabar con ella en ese preciso momento. Ambos respiraron con fuerza sin apartar su mirada del
xpresión alguna, sacando algo de su saco, atrayendo la mirada
sco que no ayudaron ni siquiera a que ella pensara que estaba siendo amable en venir y hablar para no hacerla tener miedo de un ser como él. Estaba claro que aunque intentara ser amable, sabía que nadie se daba el t
sante, el retarlo y tratar de verse valiente era algo que degustaba fríamente, nadie
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