Tal vez no sea tan malo estar contigo
minutos, en completo silencio y él esperando
é me tienes aquí?—Cam
sa de galán de telenovela, provocaron que mis mejillas se encendieran, poniéndose comple
gió hacia mí y se sentó
ué?
día del orgullo. Pero mirando cómo este hombre vive, cualquiera cree que es un poderoso Ceo, un hombre asquerosamente ri
tro vientos: el primero, en incrementar los derechos de los homosexuales y sus deriva
Y ¿Por qué no lo recuerdo?" me sumergí en mis propios pensamientos, ignorándolo por completo, no sé qué hacer, no sé cómo pensar bien y que puedo hacer para que esto se acabe de un
y gay—le
a los ojos y él hizo lo mismo conmigo, pasó su dedo índice, por el lado izquierdo de mi cara, con mucho cuidado, como si fuera una persona de cristal que él pue
e imp
¿
e conf
no. Te quiero solamente a ti
s) ojos rasgados. Aparté mi rostro antes de que él pegara sus carnoso
irte? —Le pregun
tá
pequeños segundos y camino directo a la puerta. Al llega
rta y no escuche ningún ¡Clic! O algo que me
r que no la ha cerrado. Me recosté de la puerta y fui cayendo al suelo lentamente, mientras mis lágrimas resbalaban por mis mejillas y caían al suelo al igual que yo: “No te
esencia me pone nervioso a un nivel fuera de este mundo, me hace sentirme muy mal; le tengo miedo, estoy asusta
rse" (sé que es infantil, pero me gusta) comencé a ver mi serie, cuando escuché unos pasos venir hacia el cuarto, mi cuerpo se tensó. Seguí como si nada, pero la puerta se abrió y pude
echado todas las botellas de alcohol encima. Se arrimó muy cerca de mí, tan cerca, que se situó a mi lado, apoyó su c
mientras observaba la tv y sin darle
é...—me
a casa—él s
e llegar. Ahora eres huérfano, ¿Adónde piensas llegar cuando estés allá? ¿Dónde vas
s no tengo que escuchar para nada del mundo. Me levanté para ir al baño y después acostarme, me encaminé para el baño, pero antes de poner la mano en el pomo de la puerta para
iferé molesto, por su ac
oche—me sus
as? —Le pregu
ue me haga lastimarte—no entendí para nada sus palabras incoherentes y el tono en que m
o antes de hacerlo él me volvió a lanzar al suelo se posiciono arriba de m
ano, subió un poco mi camisa, dejando expuesto un poco de mi abdomen y pecho. Lo mire por un segundo a los ojos; lujuria, pasión y deseo, con esas tres características me miraba, mi cuerpo nadie lo puede culpar de temblar un po
Por un momento me paralice por aquel acto en contra de mi voluntad y al cual no me puedo resistir. Sus labios aprisionaron los míos algo brusco y de una manera muy frenética. Me dejé llevar hasta que él se cansó de besarme, se separó de mí y al hacerlo inconscientemente
corriendo hasta el gran armario, pero me agarró del cuello de la camisa y me la estiro, me di la vuelta y su expresión es muy fría
o un fuerte go
aldito violador!—
uerpo, pero el miedo no me dejó salir del armario. Me abracé a mis piernas y
e limpie los ojos—me canse de ser muy bueno, de llorar y de que hagan
inua