El hombre perfecto llama a la puerta
o novio luzca muy adinerado y extremadamente apuesto. Sólo así podrá superar a todos en la fiesta de compromiso, incluido el imbécil de mi prometido. Por esa razón debemos buscarle
a en las manos al escuchar su propuesta, pues nunc
í, la pagaré yo mismo",
un gran favor aceptando este trabajo,
ro.
que soy la jefa,
ojos de Domenic y la forma en que
eloj y dijera: "Señor Walsh, ya es muy tarde. ¡Ha llegado la hora de marchar
o esto, Lindsey se levantó de su s
s en el pequeño café a
un Bugatti gris de edición limitad
n, salió rápidamente del coche y le abr
ñorita se marchó, así que
la arrojó a Hendrix y subió en el
asistente le entregó una bolsa de papel a Domenic
minutos antes y suspiró para sus adentros. ¡Ese abrigo no
voy a tirar es
de salir del auto con la prenda a
guárd
ué?
sitaré m
su jefe que no supo cómo reaccionar. ¿Por qué había eleg
ncertado al pensar en ello. ¡Su
nfirmarle al hombre la hora del encuentro. Después de p
l día siguiente, ella lle
rellas que había en la ciudad y albergaba una colección
esperaba en la entrada principal. Él tenía las manos metidas en
mucho tiempo esperando? ¡No hace falta que llegue tan temprano! Siem
y unos vaqueros de colores claros. El cabello lo tenía recogido en una e
r mí". Dejando esas palabras en el aire, dio me
ó de hombros ante
A ese hombre todo le quedaba bien! Cada vez que se probaba los trajes que escogía
ién recibía miradas celosa
e hemos encontrado el traj
ustó la corbata y observó con satisfacc
ic. Al darse cuenta de los escasos centímetros que los separaban, Li
carse de nuevo. Lindsey quería retirarse, pero tan pronto como retrocedió, chocó contra una pared que h
ue su corazón le golpear
a, lo miró con recelo y tartamud
se rio entre dientes y señaló la pared detrás de
dsey se dio cuenta de que e
rápidamente se hizo a un lado para que él pudiera verse. No fue has
rita Stewart?", preguntó Domenic de manera casual, m
ta eso?", replicó L
serenidad. "Supongo que debería conocerla más si quie
pras con mujeres? ¿Qué tal si ampliamos ese punto mientr
o responder, así qu
ra tenía tiempo para descansar. ¡Nunca había
regó la chaqueta del traje que acababa de qui