DIME SI ERES ELLA..

ojos muy verdes casi azules y casi siempre inexpresivos, parecían

iva, con su mirada soberbia, como si quisiera abarcar el mundo entero con ella e indagar a todas las personas y a todos los rincones, sin atinar a definir l

la veía en él... ¿e

abía que en sus ojos había fuego y en sus palabras había mucha pasión. Siempre que regresaba Sam a casa de su tío Alan en sus vacaciones de escuela a disfrutar de

o, una tarde, cuando el chico ya te

unque no sé qué es eso Samy, lo he escuchado por ahí y se l

es lo que qu

la palabra casars

o sabía muy bi

ca, pero voy a averiguar

tenta con eso y

remos cuando seamos grand

ano, ella podía escuchar que todo cantaba a su alrededor, parecía que el mundo entero se abría ante sus ojos y la sonrisa de Samy aparecía por todos los rincones del monte, y en cada cosa que se movía a lo lejos él se le aparecía, y la sonrisa de ella se desvanecía cuando se daba cuenta que no era

er nada del mundo, nada sobre los hombres, solamente sabía lo que Samy le contaba, lo que él quería decirle. Como él cre

contemplaba en silencio, encendió un nuevo cigarrillo y se quedaba quieto y con la boca apretada. Parecía qu

mas con varias, y algunas malas compañías, amigos de estudio con no muy buenos valores morales, habían poco a poco endurecido su corazón y le habían enseñado a despertar sus sentidos. Subió a la pradera en esa ocasión y vio a Peggy de pie sobre un montón de tierra cuidando del ganado. La vio tan hermosa, vestida con sus ropas harapientas, pero la vio deslumbrant

itó, corriendo rápid

do y muy emocionada, con esa gran emoción que hubiera enternecido el c

jos, esa mezcla del color de ellos entre verde y azul le fascinaba a S

a al pueblo para que ella buscara provisiones, ella se daba cuenta de que toda la gente se apartaba de ella como si le tuvieran asco. La miraban con lástima y la desdeñaban. Y

secos. Y muy dentro de su corazón, una llamita de fuego que crecía poco a poco iba despacio destruyendo la dulzura de su

n una gran esperanza que encendía su corazón, y sus ojos con una mirada que querían brillar como antes,

a Samy al oído mientras la apreta

nsado muc

my? Todo el tiempo pienso en

u corazón se iba ablandando despacio, poco a poco. Fue acercando su cara despacio a la de ella y la besó en los labios.

él su nombre apasionadamente,

nterrogante.

tó conteniendo su pasión y tomando s

preguntó con un tono muy dulce y bajito: --¿Por q

gusta que te bes

ta, las cosas ya no

s manos suavemente, como antes, cuando él aún podí

acerlo si tú no lo quieres, haré sólo lo que tú quieras.

__Dijo ella algo abr

manos por la frente y le dij

me has

spondió m

a hacerlo,

terreno poco a poco, hasta el punto de que, Peggy, sin darse cuenta, llegó a pensar que esas demostraciones de cari