El maldito Alpha.
ur
me, ya que mis padres se larg
e un torbellino aparece frente a nosotros, pr
tantas cosas, ¿a qué se refiere con que estoy contaminada? ¿esa es la razón por la que mis padres no me quieren? ¿no soy una bruja complet
no es magia son los brazos de Dima que me observa maravilla
on mi hermana? - Bal
e igual manera que Víctor lo hizo durante to
nta aún más molesto Baltazar y un cierto alivio cruza por mi cuerpo,
á un problema si otr
o y eso hace que Dima reaccione, me toma nuevamente en sus bra
rdaba por mí detrás de las grandes
de poder ser libre y feliz de que una vez por todas quizás podría ten
la pared del callejón, lo que me causo un enorme dolor, fue ver el cuerpo de Dima ser golpeado con
estaba en el callejón, deseaba ponerme en pie, buscar a mis padres para que al menos ayuden a Baltazar, moriría de pena si mi hermano muriera por mi causa,
ñaba al Alpha con el que luche. - Hueles muy bien. - acota con una sonrisa. - Hueles a
me hielan la sangre. - Por favor. - suplico tratando de encogerme ante su contacto, ya que está
ificultándome ver con claridad, como puede ser que este hombre no me tenga ni un ápice de misericordia, sé que estoy muy lastimada, m
l muerdo, por lo que recibo un nuevo golpe, que abre aún más el corte en mi mejilla, aunq
, no creo que tu cuerpo soporte q
ra, no era dueña de mi cuerpo y gracias a la fuerza de este Alpha, ni siquiera puedo gritar mi dol
soñé con este momento, con tener algo bueno que ofrecerle a mi compañero, pero ahora este Alpha acaba de destruir lo único que podría hacerme especial. - Si, maldición, sí.
tá tomando mi cuerpo, al fin libero mi boca, pero solo fue para poder tomar mi cadera con ambas manos y clavarse aún más profundo en mí, siento sus garras enterrar
urla, dejando caer mi cuerpo una vez más al piso sucio de aquel ca
n la voz rota, como mí
ue verter. - Los lobos y los brujos no se llevan, ustedes nos consideran perros, y nosotros... los vemos como las cucarachas que so
omo si mucho le importara a ese maldi
que no soy tan hijo de puta como él, como premio por dejar que estrenara esa linda vagina tuya, te pu
perro. - es lo último que digo, ya que pa
onectada de mi cuerpo, estaba perdida en mi mente y lo que más me altero era que no estaba sola, ¿qu
oco en el callejón, era una residencia lujosa de cristal y madera, estaba seg
iría, ni seria consiente de nada, sé que lo que sucedió en ese callejón y lo que vendrá a continuación, dejara una marca en mí que jamás podre borrar, y odio no poder hacer nada para evitarlo, no soy rival para un vampiro como él, me imagino que al ser tan antiguo
tratos, desde mis padres a mis hermanos, es como que a sus ojos no valiera nada, como si mi sola presencia los molestara, m
n objeto, alguien a quien usan para ganar peleas y así obtener dinero, de todos ellos soy la única con el poder de sanar rápido, aunque casi nada puede dañarme, o eso creía hasta hoy que me enfrente con esos malditos de Risto
hombre alto de modales antiguos y caballeroso
pedir una vez más, sintiendo las
to, jamás tendrías que subir nuevamente a la jaula, solo tendrías que estar a mi lado, ser tratada como una dama, que es lo que eres
d, sé que estoy destinada a alguien más,
ento que te vi, cuando eras apenas una niña. - me informa mientras, se acerca a paso de humano, mi estómago se retuerce por su com
poco quiero! - me gustaría gr
, provocando que un gemido de dolor salga de mis labios, retiro lo dicho, no solo es