Contrato matrimonial con CEO
hablar. Ahora tengo que irme, todavía voy a visitar a mi madre
se levantó, pasó frente a mí, abrió la puerta y yo salí, antes de detener
eguí caminando hasta donde estaba mi auto. Me subí, encendí el auto,
viernes. Después de que salió de mi casa y besó mi rostro, sentí que aún estaban calientes, me acerqué al pequeño espejo de mi habitaci
opuesta de matrimonio. Saber que un hombre hermoso como él quería ca
n la constructora familiar como administradora. Pero lo que se suponí
as fue completamente diferente a lo que imaginaba que sería. El príncip
casáramos. Todo lo que me recordaba a Fernando lo saqué de casa; Quemé las fotos; Doné toda su ropa; En
i me caso con él, tendré una casa. Sólo ha pasado un año, Lara. Mi conciencia grita en mi mente. Terminé de
que vendría a cenar conmigo, dijo que en cuanto llegara podríamos pedir
ada que
do de secarme el cabello,
llaje, él siempre decía que mi cara me veía viejo cuando no los cubría. Dejé que una lágrima rodara por
blusa de tirantes fnos, hacía un poco de calor. Me recogí el pelo y pronto oí sonar el timbre. Me miré por ú
í y pasé un breve minuto observan
cogido con alfleres. Bajé la mirada y le dediqué una débil sonrisa. - Per
tima vez que te traje fores, hoy decidí traerlas en esta caja de choco
rándose frente a mí, su voz sonaba muy paciente. - ¿Lara? - Tocó mi hombro, pero me sobresalté por su
Dejé la caja de chocolates sobre la mesa, Frederico vino detrás de mí,
refrigerador, tomé una botella de vino, la serví en dos copas y la llevé a la sala, donde estaba Frederico.
z temblorosa. - ¿Qué quieres comer
s de tomar un sorbo de vino. - Po
de la sala y coloqué dos almohadas en el suelo para que nos sentáramos.
nta de que no me quedan muy claras.
amos y empezamos a comer. Estuve analizando este pequeño momento, nun
otro trozo de pescado, mojándolo en la salsa de wasabi, luego comié
que terminara de comer. Sin que se di
illeta, se secó los labios y luego me miró. - Ahora abordaremos tus dudas respecto al contrato. Dime c
mirándolo. - ¿Por qué crees que te prohibiría trabajar o visitar a tu
tes era así, me impedían vivir, trab
o. ¿Vamos a vivir en Los Ángeles
ro que pienses que actuaré igual que Fernando. No soy como él, ya te
dio de fotografía allí, necesito volver a trabajar, pero primero visitar
trabajar, tengo título, solo que no ejercí mi profesión porque me lo impidieron. ¿No está bien explicado
demos dormir en una habitación s
ue sólo porque nos vamos a casar vo
feliz por las copas de vino, no estoy acostumbrado a beber. No sabía
z baja, llevó mi mano a sus labios y besó suavemente cada dedo. Mi cuerpo reaccionó a su toque y
eléfono de mi habitación, era de recepción, informándome que L