El Legado Inesperado

nic que podía sentarse en la silla va

ación, su cortesía, no esperaba que

encantador, a pesar de su condición de hombre lo

la única que tenía

estábamos en busca de lo mismo para esta noche — respondió Anastasia con una sonri

, y se acercó a la silla

a, y eso le estaba dando cierta tranquilidad en medio de la incertidumbre que la presencia de Dominic había de

s personas y lo que ellos susurraban e

odavía qué vas a pedir — comentó Dominic, y con suavidad, le quitó a Anastasia su menú para él comenzar a hojearlo

mentó Anastasia, sin dejar de mirar fijamente a Dominic a los ojos, él era un hombre atractivo, de una altura de 1, 80 cm, su cabello era castaño, ondulado, lo traía siempre muy bien pei

¿Te apetece que podamos compartir una botella de vino juntos? — preguntó Domi

lair como una excusa para no querer tomar una copa de vino junto c

s para la ansiedad, y tengo prohibido tomar cua

supongo que tendré que conformarme nada

ad acerca de su falsa condición de salud, por tanto, Anastasia no t

sus ojos, se deslumbró un destello de decepción al saber que no podría

embarazo, Dominic ha de tener conocimiento de que su semen había sido llevado a un centro de medicina de fertilidad

darle más detalles de l

ada de tener que llegar a pasa

se alejó de la mesa a la cocina para encargarse de que sus platos estuvieran pre

nic ya se ha dado cuenta de lo que Anastasia realm

re Dominic y Anastasia mientras que aguardab

ersación, sin embargo, Dominic estaba sintiendo una

a un lado su ansiedad para intentar fingir ante el padre d

mantenerse quieta fue jugar con una esquina de una s

bas manos, cargando las bandejas de las pizzas

irvió, el mesero avisó que iría por las bebidas, Anastasia le recordó al mesero haber pedido una sola

r, pero su atención, en realidad, no estaba en l

hombre lobo le m

hablar, puesto que apenas se estaban conociendo, y quién

ella, también hay algo en su interior que no la deja tranquila, es

a gente se mezclaba con la música clásica que sonaba con suav

aber comido un trozo de su pizza, y decid

uriosidad, y finalmente, rompiendo el s

ió, manteniendo

rgo para mí — respondió ella con suavidad sin alejar el tenedor de su porción de pizza porque

mucho más allá de las palabras. Dominic ha sentido su instinto de protección, aumentar, como si q