Olvidarte sería olvidarme. Yueliang/Libro I
ítu
e llu
"River Fl
la a
adamente, por mucho que lo intentemos y evitemos, seguimos viviendo sobre las tierras dónde las peores crueldades del mundo fueron cometidas y eso tiene karma. Nosotros no lo hicimos, per
to
mo, haciendo una reverencia-, ¿de
ina sentada en la esquina derecha de su cama, limpia sus lágrimas una vez más; dobla la carta con mucho cuidado; la h
de largo hasta una de las gavetas cerca de la cuna de la princesa. Luego de cerrarla con el cofre dentro
nalmente
io. Muy amigo de la familia Hoo. Queda atónito al escuchar el to
a continúa
ero
ora, Yosu? -se adelanta
a horas con veinte
rozando con la punta de sus dedo
rcatarse. Se detiene y, sin mirarlo, agrega-. Limpia esas lágrimas -el hombre, sudando, se precipita a pasar sus dedos, cubiertos po
guir con alegría el cumpleaños de su hija y en no menos de dos minutos, se escuchan las teclas de un piano que producen las dulces not
curso. Los invitados consternados con la situación, sin saber cómo actuar o qué hacer, tratan de no mirar a los ojos a la reina
te asomas por la ventana; si volteas tu mirada h
uentra la nana Chloe. Al ver a la reina acercarse, se aparta con media sonr
ando la maraquita, Mit
con cada lágrima que se desliza por su mejilla, una vela interna se apaga. La niña solo observa con detenimiento a su figura materna
baja de estatura, agarra a la reina por deba
conseja en voz baja, acomodando los cabe
s mejillas en el hombro de su madre. El cosquilleo que siente en su corazón, la hace querer la presencia d
amor a tí -susurra en su oído-. Nunca
s -se acerca Minshee, por det
clina hacia adelante, la señora d
se ubicaron en su lugar. La princesa detrás de la tarta, s
, entre aplausos y risas-. Feliz cumpleaños a ti.
ron la llama de la vela. Su lengüita lame una y otra vez sus labios y aunque l
la y sus miradas no son buenas en ocultar sentimientos. Sobre todo , para una reina co
orada-. Si van a ser tan compungido, con el debido respeto
de la espalda de sus príncipes, de sus abanicos o del pequeño velo de sus ref
padre permanecerá siempre a su lado.... -abulta sus mejillas debajo de sus ojos, abrumada como algodón mojado por gotas saladas e infectado de dopamina. Segu
esearon al m
njunto con el ajetreo de los cascabeles del juguete de la niña, los diversos invitado
anes que tenía para esta noche y solo en otro universo se podrán cumplir. Notas de alegría, vestidas de azul, caminan to
quedaron en compañía de la luna llena. Radiante. Ilumina cada
amantes de la corona de la reina al ser chocados por la luz de un nuevo día. A ciegas, sin n
Perdida en sus pensamientos vaga con frecu