La hija abandonada del CEO
ada. Era un espacio muy reducido, apenas podía moverse
s. Aún sentía las manos repulsivas de Morris tocándola y sus labios besándola. Se frotó los labios como deseando borrar aquel sabor amargo de su bo
, y la puerta abriéndose. Al ver que se trat
el hombre, colocando sobre la mesa y un p
respond
en silencio, no sabía el nombre de la
me llam
soy Nacho, bueno Ignacio
lacer
unar, debes es
pensando en lo que debía hacer, esperando que, al Esteban ver que ella no estaba en la mansión, se dignara a buscarla, a darle la oportunidad de explicarse. Sabía que Sonia no perdería o
ro, tampoco tengo muc
tivo para quitar el hambre que estar enamorado o en desenamor
a, lo había perdido todo por creer en el amor de un
levantó de la mesa. Miró por l
ora, criatura? —N
seguir adelante, es lo que mi
que teng
as y le sonrió— usted ha sido como un ángel
la calle y no tener a d
a a la chica, pensativa y sin saber qué rumbo tomar. Aunque estaba cansado de est
número, cualquier cosa puedes llamarme. — por una extraña razón, el hombre de cincuenta años sentía un afecto pa
garganta, se abalanzó hacia
ho. Dios le b
restaurantes y bares de la zona, mas por una inexplicable razón, solo recibía negativas de los gerentes. Apenas le preguntaban sobre las recomendaciones y ella, mencionaba el
an, solo él podía ayudarla. Ella lo amaba como nunca antes amó a ningún hombre, l
arme. Eres una mal
de Brooke de volver a su lado. Angustiada, terminó llamando a Nacho, quien sin dudarlo
. No sé qué har
mpo que desees a dormir
meto que voy a conseguir pronto un emple
e. Lo hago porque me nace hacerlo. —La pelirrubia s
acio la sujetó del braz
uchacha? —preg
reo. No he comi
ra traerte y cenar ant
te sintió que el mundo le daba vueltas ¿por qué seguía sintiéndose débil si ya había comido? Se quedó pensativa, y como una señal del destino, frente a ella, colgado en la pared vio el almanaque. Al notar la fecha se percató