Un trato con el CEO

anas, todo seguía igual, Emir vigiland

está aquí para la rev

r con gesto

do está bien, no veo por qué cambiarlo

muy enojad

onfío en ti? Pues no fíjate, no confío en ti después de lo que escuché decirle tú a tu padre

to de este mocoso, ya no soporto tanto calor.

después de todo es a

ojada, sus cambios de humor cada día er

acto emocional creyendo t

demos le a nuestro hijo una fami

amé, cada ves que te hacía el amo

aún le cautiva su belleza, pero de ahora en adelante, ya jamás le demostraría lo enamorado que estaba, no podía fo

ta quedando de espalda a

e hiciste ésto, me dejaste, no

é y no tenía como seguir chantajeando lo y

ción con los implementos p

realizaré un ultrasonido pa

scubrió su vientre, y el médico le colocó una can

dos de Emir, que estaba escuchando

.— Explicó el galeno señalando la pantalla, Emir no podía con la felicidad en su corazón, pero e

le dijera que eran dos? ¿

ado, están creciendo muy saludables tienen

pia de la primera fot

o me dijiste

ue podía, esa mujer del demonio t

trauma para mí, te imaginas saber q

ieve? No puedo creer lo que escucho d

enos dos, y más tuyos, no te amo y

na puñalada e

enamorarse de esa mu

ía explotar en ira, ahí frente a sus hija, aunque estaban en el

r le sucede algo la pagas con tu vida. — Le ordenó a la ama

vaso de whisky, lo bebió todo

a anestesiar ese dolor que sentía en su alm

ara nacer a las gemelas pasaron,

do el médico o las enfermeras lo hacían, cuando revisaban el estado de las bebés

ertida en quirófano era la melodía que llenó su corazón de amor, era Aylin Dilara la mayor que lloró a todo pulmón, fu

ón, era Yara Elif que hacía acto de presencia al mundo, fue

en Italia, otras gemelas nacidas en cuatril

an en observación para

idió sufrir el, para darles la felicidad a sus pequeñas, y así, envió a Genevieve a casa de sus padres, y un mes después se march

do listo para rec

toda la mansión fue redis

ya estamos

la firme promesa de que jamás volvería a ese paí

la familia Aksoy, sus padres Defne y Yagmur, y sus hermanos Ezra, Ugür y De

s pasillos, con un semblante de tristeza en su

e, fue el primero e

diga a nuestras pequeñas

gue a mis hijas, por qué a mi no me ha l

es antes de tu cumpleaños, hoy debes estar feliz de tener como regalo a e

festejar este cumpleaños, serán el peor

s años. ¿No dejaras que tú gemelo célebre sus

dre, padre, no tengo

o y fueron a la que se

una a su habitación, y con su personal

supervisar el cuidado de mis sobrinas

ra estar al pendiente de mí y de mis hijas,

uedes contar conmigo siempre, y así voy pract

pta que tú her

estar al pendiente de ellos mientras Emir

de sus gemelas, verlas le recordaba a esa mala mujer, eran rubias de ojo

ntras Emir devoraba en ocasiones a esa mujer que

amisa abierta y su chaqueta e

ijas, en cierto modo estás igual que esa desnaturalizada.— Le recriminó el

n adulto, y no puedes meterte en mis dec

ente, por favor, recapacita, tus hijas te necesitan, ellas no tienen por qué pagar p

odo lo que necesitan, no cre

, no tienen a su padre, y ellas necesitan tener a su

tanto tiempo sumergido en esa amargura que alguna vez creyó superar, y que ahora vino a resur

l desamor absoluto de su madre y el rechazo de s