6 de Enero (Libro I)
, podríamos descansar de toda la locura del año y los muchos dolores de cabe
nizarnos para asistir a todas las fiestas, aunque la realidad había sido totalmente diferente, pero no fue porque no t
frutar de un último año cuando bien lo podríamos hacer al finalizar las clases. La universidad
digno para nuestro verano. Unas vacaciones en la playa donde pasaremos el mayor ti
y nos gritaba con su peque
con las listas y tenerlo todo organizado y chequeado en su bendito cuaderno, era algo vital para ella. En nuestro grupo de amigas e
o cansada, necesitaba dormir la siesta par
aya, por supuesto la única que había tenido todas las cosas preparadas y listas desde hacía un p
mé para confirmar
ya está. Ahora quiero que te calles porque me dormiré y más vale que
Debía dormir porque yo soy la conductora designada y nadie más manejaría por mí. Debía de entenderlo si pretendía llegar
lo mismo, soy la conductora asignada desde que obtuve mi permiso y siempre nos transportaba a todas partes, por lo que conocía mejor que nadie sus hábitos. Aunque esta sería nuestro prim
almar la situación – Arami tiene razón, debemos
a" pienso f
ble el poder de manipulación que Any tenía sobre nosotras, ella siempre lograba conciliarnos cuando algo ocurría. Siempre creíamos que sería una aso
os a la sala
chicas cargaran todas las cosas en el auto mientras dormía por lo que no debía preocuparme por
arnos y dormir. El viaje llevaría un par de horas y no tenía en mente ir a gran velocida
e encontraba sola, tal y como lo predije. Mis amigas dormían como unas morsas, no tuve más remedio que
ido viajar en este horario porque no se encontraba nadie y nos evitamos inconvenientes, iba escuch
roble
leró, pero luego cuando iba a sobrepasarlo se colocó a mi lado. Por un momento tuve miedo, mil cosas se me aparecieron en la
o mi cuerpo, no. Lo que sen
s vidrios tintados. Entonces pensé, aunque no yo no pueda verlo él a mí sí. Mis vidrios no es
bsceno con mi dedo medio. Aproveché el momento justo en el que vi que bajaban la velocidad para acelerar con todo y finalment
n ausentes porque aún se encontraban en el país de los sueños. Ellas jamás se habían enterado de
r de haber recorrido un par de kilómetros, pero aun faltando un poco más trayecto. Sen
un costado de la ruta y bajé a ver los daños. Para mi sorpresa no solo había pinch
y todo seguían en el quinto sueño ¡Malditas! ¿
r una, pero ¿Cómo haríamos con la otra? Para esto necesitaba que bajaran del auto entre el peso de ellas más los
amos, tenemos un peq
usurro prácticamente en mi
robar. En cuestión de segundos y sin pensarlo dos veces me doy vuelta tan rápidamente que tomé po
ntras arrodillado como estaba en el suelo buscaba como zafar su brazo de mi agarre, pero emp
as. Escuché unas risas que provenían de un lugar no muy lejos de donde nos encontrábamos, cuando giró para ver. Detrás de mi auto se encontraba la misma camionet
¿Es que estás
as el tono de mi voz. Lo solté, pero seguía lista para darle un bu
maste así? – me dice mientras gir
veces y no olvido que primero me asustó tanto que nos vi tirada en una zanja sin n
onio había aparecido, teniendo en cuenta el mal momento que me hizo pasar, el susto y ahora que me estuviera diciendo loca. No a
do muy bien antes. Con un rápido y certero movimiento le dio un golpe en la boca del estómago, allí no se lesionaría fuertem
iota. Como verás no estoy precisamente con el humo
igos mientras venían en busca de su
de Constanza, la miré y vi que se encontraba muy despierta observando todo el espectáculo, había bajado del
nos asaltaría y luego me dijo loca. Dos
no – dice m
ayudarte – escucho que el chico me dice,
egunto completame
, vi que era la oportunidad de disculparme por el ma
uede