Idols

n y que estaría dos semanas fuera. Le deseé todo el é

conversábamos por cámara en las noches donde

iba directo a mi casa a descansar y e

lo que nuestra llamada nocturna se cancelaba. En realidad, yo estaba tan cansa

alidad, no eran todos los de la banda que se fueron de juerga, pero sí estaba mi adonis con dos miembros más. La noticia hacía énfasis en él abrazado con

endo con la japonesa lo mismo que ha

qué me dolió tanto si las cosas había

erté, decidí que no iba a mo

ajo que me cortejaba hace mucho tiempo, pe

guapo y soltero. Él siempre me invitaba a salir y todas las vec

él, que yo también podía salir con otros hombres, tal como él hacía con otras mujeres. Me sentía ridícula por hacer eso, pero no lo podía evitar. Yo nunca fui de hacer ese tipo de cosas, al contrario

e sí. Le pregunté si quería ir conmigo a cenar y al cine a ver alguna

sidad de demostrarme que mi adonis no me importaba tanto y que podía divertirme con otras personas. Despu

e enseñarle merengue, pero mi compañero no tenía tanto ritmo en la sangre como sí lo tenía mi adonis, que bailaba bien todo y que además e

espués de dos vasos de soju, lo intentamos nuevamente, esta vez con una ba

gaba mucho a mí, me molestó, pero justo cuando iba a separarlo y mandarl

brero que le tapaba gran parte de la cara, pe

razo de mi compañero para coquetear con él y bailar muy sensualmente. Así estuvimos

casa y accedí. Cuando llegamos, se bajó del vehículo para dejarme en la entrada del edificio y trató de besarme, pero se lo impedí

ego acostarme, cuando sonó el timbre de mi departamento. Abrí la puerta y mi adonis estaba parado mirándome c

ndí mucho

estuvo el tour, el viaje? Pregunté nuevamente. - Quien es ese

í alivio y un pequeño s

bajo, pero sin darle mayor i

do. Estuvo así unos minutos hasta que le dije que justo antes que llegara est

eo enorme por él, pero por, sobre

erta de la ducha y se metió desnudo

me mordía los labios y hablaba en coreano y luego me dijo al oído, estoy que muero de celos, pero no tengo derecho a reprocharte nada. Dio sus últimas estocadas y acabó. Yo que para es

da, tal como yo tampoco le podía reprochar que saliera con otras mujeres. Nuestro acuerdo había sido solo sexo y disfrute y no habíamos dejado en

decirme que solo había

na niña y que esa era la excusa más usada por los hombres, que no le creía, pero que me d

, igual sintió celos y que una sensación

que, si bien me había sorprendido verlo con otra mujer, no me había molestado tanto, pues no tenía derecho a sentirme celosa o enojada

parte y no podía centrarme solo en él, si lo que yo quería era algún día formar una familia, tenía que salir con otro

ndose de la gente. El que fuera guapo y muchas mujeres quisieran tenerlo para él y tener que vivir siempre con celos y desconfianza, no lo hacía mi tipo ideal. Bueno dijo él, tampoco eres el tipo de mujer para mi... eres extranjera, eres mayor que yo, eres muy liberal para los estándares d

tino, me gustas mucho, me encanta estar contigo, me entretengo, me divierto, me rio mucho, me

z, fue diferente, hubo caricias, pero con ternura, hubo mimos y pasión. Cuando estaba a punto de llegar al éxtasis me miró y me pidió

pero no tenía escapatoria, ya estaba metida h

ormimos juntos y fue mara

mimos en un privado, así que no tuvimos problemas en tener que escondernos de nadie, luego volvimos a mi casa y estuvimos todo el día en la cama, ya sea amándonos o viendo películas y durmiendo. Llega

s de lo que yo quería, pero él se hacía