Al borde del placer

ambiado las bragas dos veces y cada vez ha sucumbido a tocarse hasta el borde del orgasmo. Ella es un desastre, todo en lo

Sr. Rogers diciéndole que ya han salido del aeropuerto y que llegará en breve

e despoja de su ropa y tímidamente entra en la luz y en el círculo. Sus rodillas están débiles y se arrodilla esperando que él venga. Su corazón se acelera y trata de reducir la velocidad respirando lentame

señor. Yo... espero que su v

encuentre en los próxim

, s

a dejar que te corras. -La mira mientras separa sus rodillas y empieza a frotar todo

se hunden en ella, jadea para respirar. Su orgasmo se está construyendo más rápido que antes. Puede sentir sus ojos sobre ella y se excita más allá de lo creíble. Em

eme correr, señ

le rompe el cora

N

ejar huellas de su dulce jugo en su cuerpo. Dándose tiempo para relajarse. Prueba sus dedos antes de mojarlos de nuevo en su coño goteando. Escucha sus pasos detrás de ella y se detiene. Se congela

de tu dulce coño e

pasión y el hambre de su cuerpo se tensa bajo el intenso placer. Ella solo puede gemir, q

uiere sentir que él la toma. Gime ante la idea de que él la tome con fuerza una y otra vez, embistiendo su hombría en su interior. Su

stá a punto de eyacular. Sus músculos

señor, ¡pu

ue oculto en la sombra, se inclina hacia adelan

do. Ahora puedes

se inclina hacia adelante y por primera vez ella v

u cara. Sus ojos. Todo le

lega a su interior y abr

s amorosos sobre ella mientras las lágrimas de alegría ruedan por su cara. Ola tras ola de felicidad orgásmica se liberan una y otra vez. Viene más tiempo y más duro que nu

ica, buen

aceptación signifi

suavemente la acuesta en la cama. Se d

sus

hora, señor,

ponde en

complacido más de lo que crees. Duerme

Se

mi qu

aci

dos queda

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