MI DESCONOCIDO ESPOSO
taba ocupado. Las lágrimas fluyen libremente por mis mejillas, y siento un profundo dolor en mi interior.
rvo el mar a lo lejos, buscando respuestas en su inmensidad, y luego vuelvo a posar mis ojos en ella. Es hermosa, de una man
tonos dorados. Es en este momento que decido hablarle, de abrirme y compartir mi dolor con ella. Q
a de dejar atrás mi propio dolor y buscar apoyo en alguien más. Tal vez juntos podamos enco
to, girándome hacia ella
mente. Sus ojos son increíblement
ervarla. Realmente es una chica muy bella. ¿Qué hace una chica
e responde con una sonrisa, lo cual me ll
ondo con más f
cuenta sin más. Pienso que ella es alguien que no ve maldad en los demás. Esa es la impre
ndo de imitar su sinceridad. -Manejé sin rumbo hasta que la
o que te está pasando -opi
e me sucede hace que suelte todo el aire de mis pulmones. Al mi
enemos p
sa como tú? -le pregunto, porque realmente no c
ser cortés. Sé que no soy h
cascada sobre sus hombros, añadiendo un toque de misterio a su apariencia. Pero lo que realmente cautiva mi atención son sus ojos, profundos y expresivos, que parecen guardar secretos y emociones en cada mirada.
, créeme! -le digo seriamente, co
jamente por un momento y l
e con suavidad. - Pero ahora dime,
Aunque somos desconocidos y puede que nunca volvamos a cruzarnos, siento la necesidad de desahogarme y compartir mi
i padre -confieso c
re? -pregunta intrigada,
o un nudo en mi garganta. Aún no puedo creer que
susurra, transmiti
í mismo que para ella, mientras ella me escucha atentamente. - Él nunca fue así. No
entendiend
herencia. Y lo peor es que no tengo ni siquiera una novia,
a era una tragedia. Pero la tuya pare
sumido en la tristeza, reírme me hace sentir un alivio instantáneo. No puedo contenerme y estallo en una risa si
del humor. Sí, tienes razón, y
no la cono
le pregunto, dejando de
on mi padre -me respon
egunto, querien
no su deseo de q
normal -comento, f
padre. El problema es que soy y
experiencia? -le pregunto, no
sabes? -se
a tu padre. Dile que necesitas tiempo para ti misma,
melodía haciendo que me quede observándola en lo que continúa habl
exige a su hija que tenga novio -digo intrigado de que su papá haga
lexionar sobre si debe seguir contándome o no. Finalmente, voltea su
mala experiencia, no he vuelto a tener u
ncaje con mi suposición de que fue algo reciente y banal, quizás hac
tenía tr
antos años. Ahora entiendo por qué su padre está tan empeñado en que tenga novio. La miro pensando que tal vez me
o me estás gas
iesa, y sin dejar de mirarme, se ruboriza, lo cual me
erdo con tu papá -digo muy serio,
Pero luego su expresión se vuelve seria y me pregunt
eda ayudar -respondo, volviendo a cae
lo todo, incluyendo mi alma. El estado de ánimo que había logrado levantar durante unos minutos al conversar con Evelin se desva
que conlleva se hace cada vez más pesada. Recuerdo los momentos dolorosos,
desvanece lentamente. La sensación de soledad se vuelve abrumadora, y me doy
lemas y frustraciones se hace más evidente, como si me estuviera ahogando en un mar de tris
y se acerca un poco al tiempo qu
es que casarte
o irá a manos de los ac
do. ¿Te llevabas t