El Valle Oculto
y Valentina, estaban en una bella habitación de hotel. Félix, un hombre alto y de mirada s
Aarón, ¿y luego irá al aeropuerto, no? –preguntó
, conocemos a Aarón y a su familia desde que Jennie nació. Estará en conf
liceo. Fueron años hermosos, llenos de momentos divertidos, que ahora rec
nja hay animales. ¿Y si le transmiten alguna enf
no van a dejar que se acerque demasiado. Saben lo cuidadosos que somos con
fieres a ordeñar vacas, cortarle la la
a cálida. –Jennie está a punto de cumplir nueve años.
nsabilidad. –¿Estás seguro de que ya es hora? –p
–Sí, mi amor. Sé que es d
a su hija y la necesidad de dejarla crecer. Finalmente
lo en el amor que compartían y en la es
ron res
dijo Félix con impotencia–. Si fuera así, esa extraña
e aferraron el uno con el otro, y decidieron, una vez más, ver e
rró Valentina sonriendo para sí misma, pensando en lo maravilloso
ella, sabía que, éste era el comienzo de un gran cambio en sus
te de los cambios en su vida –delicadamente volvió a tomar las manos de su amada, y mirándola con comprensión y
mente, con un alivio y calma qu
ados y tomar un poco de jugo para aclarar
ees que sea seguro? No quiero que
o, a Valentina se le ocurrió
os al piloto para que haga
Qu
rándola. Todas las veces que ella se mostraba tan alegre y contaba sus ocurrencias, a él le encantaba. Fue esa personali
le acomodaba el cabello detrás de la oreja–, y eso me hace amart
nnie, de una forma bastante particular.