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50 sombras de Grey

Capítulo 5 Viernes, 20 de mayo de 2011

Palabras:4589    |    Actualizado en: 07/09/2023

sos libros a Anastasia, por fin tengo la sensación de haber cerrado un capítulo de mi vida.

nti

ie

la esperanza de que l

anta la mirada cuand

días, señ

os día

desea d

rtilla.

eo The Wall Street Journal y The New York Times antes de meterme de lleno en T

ué querrá mi h

Ell

te fin de semana. Hay una chica que no

l pa

e qué te hablo

entonces se me ocurr

rtland? Podríamos acercarnos esta tarde, qu

En el pájaro? ¿O

caré el auto. Pasa por la oficina a

no. Te debo una.

con las que se relaciona: quienquiera que sea la desafortunada,

e que haga con las comid

y déjalo en la heladera. Tal vez

al v

volvió para

onal gestionando las expectativas de los demás

pendejo debe de estar hecho polvo, de trabajar y de coger: esa es la razó

pañía va

rán más de las tres, así que ll

sponde tras dos

que nos lleven dos bicis

qué hora

as

son para su h

mide alrededor d

smo me ocu

ntás

luego llam

-contesta tra

hora esta

a las nueve

rás con

. -Taylor también es un

a llamada y subo el v

az de seguir durmiendo m

or la interestatal 5 mi e

ea, pero le he dejado un montón de trabajo que hacer. Además, no quiero darl

os has enviado

iero volve

de Vancouver y me pregunto

estamos? -s

uro-. Ya casi hemos llegado. No

Ah,

-

uerdas de cuando

ro qu

académico, deportista, se siente a sus anchas en la ciudad y más aún en plena naturaleza. Dio l

era mi héroe. Solía gustarle llevarnos de campamento y disfrutar de todos esas actividades

ad arruino

emos a media tarde, ya no tendrem

n pen

y de quién e

Sin ataduras. En cuanto las tías descubren que diriges tu propio negocio, empiezan a ent

s hablando de la tuya, y de quién ha

elta una r

e hablar de mí. ¿Cómo anda el estimulante

res saberlo? -Le

... -

atía y de su fal

el negocio?

as como va

iem

o me

ecto de Spokani Eden y de momento vamos según el calendario pr

una vida sostenible contribuye a generar acaloradas conversaciones durante las cenas familiares de los do

ses que te contaba. Eso supondrá que todos los hogares reducirán el c

resio

o es

justo cuando vamos a meternos en el estacionamiento subterráneo

emos el partido de los

nte del televisor. Darle un descanso

ena

de las situaciones. Elliot no conoce el miedo; por eso lo admiro. Aún asi, a este ritmo no tengo ocasión de disfrutar del entorno. Soy vagamen

sión terminamos los d

opa puesta en una buena temporada -dice mientras

-masc

la salvé del ciclista: su calidez, sus pechos apret

llevaba la

digo o

bamos los teléfonos mientr

e fin de semana, pero no hay ninguna llamada perdida de Anastasia. Ya son casi las siete; tiene que haber recibido l

me ha enviado cuatro mensajes. ¿No se da cuent

está emb

lidece y yo me

Además, no hace tanto que la conozco,

mos que nos suban unos filetes, ensalada, papas fritas y un par de cervezas, y me acomodo en el sofá a disfrutar del béisbol con la relajada compañía de Ellio

nos llevamos una decepción,

liot y yo chocamos la

marcha, suena mi teléfono y el número de

el

escondo mi sorpr

fiesta o en un bar. Elliot me está mirando, así que

ndado esos libros? -

ión me recorre la col

stás bien? Tien

o, sino tú -dice e

sia, ¿ha

á? ¿Con el fotógrafo? ¿

que te

que está borracha, pero tambié

uriosidad. ¿

un

n qu

tre. Es una mujer joven, borracho, en a

r de Po

as a volv

n la vaga esperanza de que eso me dis

las ar

ucir? Vuelvo a preguntarle en qué ba

s mandado esos l

ónde estás? Dím

a a volv

.. dominant

pero en éstos momentos... solo quiero demostrarle lo do

tame: ¿dónde

a risita. ¡Mierda,

tra

.. bastante le

e exact

hristian. -Se cort

¡A

fono; no lo puedo creer: nadie me había c

-pregunta Elliot levanta

llamarme un

e su boca se abre

¿A

-

mada mientras intento cont

tímida. Ésta vez ya no se

ida, sigo luchando contra mi ir

a esa chica y llevarla

mo si me hubieran

a mujer? Eso t

las de deporte y e

que hacer una

rney es el ingeniero de más experiencia del departamento de telecomunicaciones de mi emp

meter a nadie de l

rápida y su voz áspera me con

eñor

nde está ahora mism

a un momento-. Déjeme

la ley, pero ella podrí

rac

marle dentro de

stá frotando las manos con regocijo y

, no m

o por nada del mundo

en el estacionamiento dentro de cinco minutos

uen rato. Se oye una porquería indie que atruena desde el sistema de

e me sien

aquí, en al

guido desde la p

rita por enci

rupo se amigos, todos hombres, sentados en un reservado. No veo a Ana por nin

Kavanagh es tan leal con su

cuando nos quedamos

-digo a mod

s de que pueda preguntar

esa encontrarte aquí-g

sa nos miran a Elliot y

a por e

umpiendome de nuevo, y le sonríe a E

r más exa

. Elliot, Katherine Kav

sigue mirando a Elliot, y me sorprende v

mar un poco de aire-contesta K

-te-he-visto-no-me-acuerdo.

do? ¿A dón

una puerta doble que ha

puerta. Tras de mí dejo a los tres hombres molesto

lá otra puerta que se abre al exterior. Es la parte trasera del bar. I

miento: un rincón agradable flanqueado por jardines de flores en el q

luz. Ana está en sus brazos, pero parece revolverse en un intento de apartarlo mie

no -di

nte; está intentando

que ese t

a a ese tipo. Con las manos cerradas en p

voz se alza fría y siniestra en el relativo

ra con los ojos medio entornados y una

dice él,

o arrancarle de un golpe esa expres

sacudida, luego se incl

, mi

ama José, que salta con as

pen

o todo lo que se ha bebido esa noche. Me irrita bastante darme cuenta de que no parece haber co

a vomitar, hazlo a

a y otra vez, con las manos apoyadas en los ladrillos. Es lamentable. Ya ti

que le ha

do. La suelto y le ofrezco mi pañuelo, que por alg

s, seño

da. Y aún así, estoy contento de verla. Mi arrebato de ira contra el fotógrafo ya ha pasado, porque es un auténti

, todavía muerta de vergüenza. Se vuelve hacia la puerta y ob

s vemos dentr

mirada despectiva y, para mi satisfacción, ella tampoco

, mientras sus dedos retue

mos a div

lo sientes,

mado. Estar mareada. Uf, la l

te tanto incomodar a ésta chica?-. Es cuestión de saber cuales son tus límites, Anastasia. Bueno, a

ocupante, y sopeso su debería llamar a mi madre para que

entre sus cejas se forma esa pequeña V y yo reprimo las gan

rachado, y ahora mismo no me i

vista y se balancea un poco. Parece a punto de desmaya

ado poco. Esa idea me molesta. No me e

te llevar

ate -añade mientras desca

ecírselo

¿Q

está hablando con

¿C

igo cuando me

n Se

oy en el

e una quimera ha

me has e

ono, Anastasia. -Voy hacia el auto. Quiero

an, por favor, tengo que dec

ido a la parte de atrás con ese fotógrafo más ardiente de la cuenta. Rodriguez. Así se

samos al bar tomados de la mano y nos detenemos junto a la mesa de Kate. Uno de l

e? -grita Ana por

que no aparte sus ojos osc

y, para mi sorpresa, alarga l

uedo

ie

tras la oscuridad empieza a aflorar y se extien

la pista

n mi oído, me distraen y

desaparece y las palpitac

mi confusión y me la llevo a la barra,

Be

lante mientras me mir

la toda

os baste para evitar la resaca

si no llego a interveni

o que acaba de

de su piel.

ímico sigue e

hombro. Me gusta esa conexión; estar tocándola. Ésta chica e

muy flor

er, agarro el vaso y l

la pista abarrotada, inquieto al pensar en todos esos cuerpos ap

si quiere hablar con su amiga solo hay una forma de hacerlo: tendrá que bailar conmigo. En

la aprisiono e

sobre todo porque llevo puesto el saco. Voy guiando nuestros movimientos entre l

a hacia mí sin dejar de bailar, medio pavoneando

casa. Díselo a Kate

y tira de Kavanagh para es

motivo parece no querer irse. Mira a Kavanagh preocupada. Cuando salimos de la pist

Car

do de echarmela al hombro, pero llamaríamos demasiado la atención, así que la levan

sacar la llave de mis jeans sin sol

rla en el asiento del copilo

, porque la veo demasiado q

a a su casa, pero el trayecto hasta Vancouver es largo y no sé si volverá a marearse. No me atrae demasia

mientras me digo que

lo crees

razos. Tendré que quitarle los jeans y los zapatos. El hedor rancio a vómito invade el

to no

go la llevo al dormitorio y la acuesto en la cama.

olsillos antes de introducirlos en la bolsa de la ropa sucia. Ana vuelve a caer sobre la cama con las extremidades extendidas, como una estrella de mar, toda piernas y brazos blanquísimos, y por un

esde entonces..

ente y entonces

le quito el saco despacio y si

Labios-b

, ca

la beso en el pelo. Ahora que le he quitado la ropa sucia ha reaparecido un deje de su fragancia: manzanas, otoño, fresca, deliciosa... Ana. Tiene los labios entreabiertos, las

luego voy al salón para termi

lsa fuera de la habitación para que

driguez tiene antecedentes policiales. Siento curiosidad. Quiero saber si se dedica a acosar a jovencitas

hristia

de mayo de

: J B

ñorita Anast

enos

car los siguie

rita Steele y

mi habitació

las 10:00

azules,

zul. Bonit

se: negr

ias:

ombacha, tall

lo que

rac

istia

Grey Enterpris

la bandeja de salida, le envío

igo. Si sigues

ta con otr

te heches un polvo. Lo

oca una gran carcajad

, Elliot. M

del trabajo y

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