Sacrificio - Saga Necesitamos el quinto elemento - Libro 2

ivas presentaciones, el nuevo nivel eran las técnicas de combate. Estábamos en uno de los cuatro edificios a las afuera, era un coliseo ubicad

habían llegado. Me explicaron que el primer año era enfrentamiento cuerpo a cuerpo, enseñaba

el rector—. Le presento a Petter Smith, pero me gustaría que antes l

ate extra

n, eso significaba cero

a pe

n sus alumnos, ellos obedecieron

ar? —vociferar

o quiero que

buenos reflejos de mi parte, era más rápido que mi contrincante. Sin el mayor esfuerzo las técnicas que utilizaba, las anticipaba. En

eían un cuerpo a cuerpo no tan parejo, pero sé que se deleitaban con una buena dem

mome

boca la tenía reventada por causa del puño recibido. Debo investigar más sobre mí, p

, se limpió la sangre de su rostro, s

eno, este joven es superior a mí, él debería pasar a otro nivel. —Se enorgulleció al decirlo, me agradó el comentario, hay un don de lealtad en él. Eso

aci

una hora peleando, mientras que

cuerdas, te enseñaro

to pasó mirando mi técnica. Ni pienso en e

aci

ceño fruncido, evaluándome. Me

e pandora, hijo. Simplif

o yo… —in

eo—. Por lo menos ya sabes que perteneces algún club de peleas o tal vez s

ndillero. —afirmó—.

sentaciones. Era el hermano Uriel. Experto en el manejo de armas blancas, desde las

nicas para pelear, asumo que

del círculo de madera. El rector, el padre Andrés y los alumnos del primer año también se ubicaron

cabeza por el porrazo que recibí del

con el rector. Estoy lejos, ¿cómo era posible

o diga

otro. Se me hizo tan familiar la sensación, se lanzó y sin ningún problema detuve el impacto. Respondí y comenzamos una danza con estruendos; sonidos ocasionados por el choque de maderas.

conociendo a Uriel, jamás l

os vampiros se había caído tan rápido. —¿Qué me est

ue

de madera y me invitó a escoger el arma que deseara, tomé también dos espadas. También pasó lo mismo, esa sensación… Son mis armas favoritas y las man

matarlo,

se incorporara, su respiración se encon

da que enseñ

rector volvía a analizarme y cada

, Uriel, y

la bebí. Pasamos al tercer sector,

n al padre, Ur

iera que tenga una reputación bien ganada no le gusta caer tan rápido ante un extraño fre

años jugaban con videojuegos—. Te presento a Petter. —Se sonrieron, no d

rece. —

menos de media mañana. —El nu

e hombros el rector, el hermano Adam sonrió como un niño—. El m

del salón dejaron sus asientos, para despejar el área, la cual e

una posible misión con los seres que enfrenta la orden desde milenios. Debes matar a todos los vampiros, hombres lobos

lo con estacas, a un hombre lobo con

ntado nada de eso, pero

do al respecto. —Su mi

Espero tengas la habilida

defendiendo e

Antes de ponerme las gafas todos se habían puesto alrededor de los vidrios. El lugar tenía muros, rocas y había u

ter! ¡