La venganza

ÍTU

NE

plicarme vía telefónica, pero al igual que yo sus amigos y compañeros de trabajo desconocían su paradero, nunca hablo con nadie de su familia o de su pasado y entonces me pregunte muchas veces si tan solo había sido un fantasma, llore durante noches enteras,

rar o sospechara que algo malo estaba sucediendo, solo le enviaba

a puerta de mi departamento sonó en varias ocasiones «quizás sea el conserje para entregar mi corresponden

-. Se supone que mi padre me daría la

carla, tiene 30 minutos

on mis va

o quiere abordar el avión privado en p

lular, pero inmediatamente

n, y usted sabe que ha

medio del semestre, en ese momento mi cabeza se invadió de pensamientos negativos por pensar que si descubrió mi roman

ado durante el último año, estoy segura de que esta sería la última vez que pisaría suelo americano y mi próximo destino era el convento junto a mi tía, que, aunque

nos esperaban algunas veinte camionetas blindadas, lo que me pareció un poco exagerado, además era l

ida y se hizo cargo de mi en cuerpo y alma después del fallec

, mando a preparar Lasaña, aún re

enía 9 añ

osa, no ha estado de bue

el me culpaba de alguna forma por lo que sucedió, dejo de ser el padre cariñoso y consentidor que solía ser, para conver

Es raro estar aquí cuando el se

a organización esta sobre aviso, que tu identidad fue revelada al nue

er

o a casa es sin retorno y espero no recibir una queja sobre el tema, ese mal na

re, me

r y no tendría que organizar todo un desplazamiento militar para regresarte s

Don Palmares C

o, preparare una boda con él, este negocio y esta familia necesita herederos, ojal

re, ella murió cuando era solo una niña

amante -grito levantándose de su silla y acercándose a mi -. No permitiré que cometas sus mismos errores -acariciando mi rostro y

ba desconsoladamente por las mentiras que mi p

adrina -. No conozco a ese hombre con quien pret

cómo demostrártelo ¿Te ha faltado algo?,

culpa a mí de lo que supuestamente hizo mamá. Jamás, podre c

o y joven mi niña, date la

ece a otro hombre, uno que, aunque m

ma de su mano en mi boca -. Si tu padre te escuc