El error de nuestras vidas II: Luchando contra los fantasmas del pasado

ítu

es tan

anha

no quería dejarse llevar por ideas equivocadas. La brecha de la desconfianza la habían

r llevar a cabo su plan. Esos mensajes de texto que

sabes todo d

que no te guarda

idos mensajes de quién sabe de quien. Desde que se hizo CEO del 100% Banco, muchas mujeres aperturaron cuentas allí, más para inte

ya se le ocurriría en el camino cualquier excusa. Al llegar al estacionamient

ó sin esperar confirmación. Frente al escritorio había varias tor

para aligerar tu carga -dijo con voz

ara se tiñó de un rojo suave. Estaba a

sabía que eras tú. ¿Qué hace

por aquí? ¿Quieres un café? -dijo, tratando de di

s el tema. ¿D

ersionista. Esta persona

esas reuniones? ¿Tantas buitres que e

es. La inversionista misteriosa sólo accedió a reun

errota. Tessa in

ojos para nadie más que no seas tú. Apenas llegue, le diré que viniste. No quiero ser grosera, pero

egó un nuevo mensaje. Era una ubicación de un lujoso restaurante. No lo pe

toda la visibilidad. Vio a la rubia acariciar sin decoro el brazo de su esposo y comenzó a e

a la mujer: era ella. Maldijo a los dos y pisó el acelerado

la ciudad, por qué

taurante

o la mujer triunfante- este ha sido el

ras tú, nunca hubiera hecho e

querido. Piensa en que con

a todos, ya que solía ser amable. Suspiró fuerte varias veces y se tiró del cabello mie

jor es que te vayas a casa.

te lo recompensaré. Perdóname

á una mano. Terminaremos pronto.

ión de Raú

a Pierre unas cuantas horas. E

er? Respira y cálmate. ¿Quieres

te cuento. Por favor, ven por él.

100%

n camino. Mientras él llegaba, ella y Cassie estaba

dante que puede llegar a ser -le decía Tessa a su esposa mient

poco es que Amelia sea u

s" -se dijo Tessa a sí misma m

ión de Raú

las escaleras con una maleta y se la lanzó. Esta se abrió y la ropa se desparramó por to

es esto?

en el que se había besado con aquella rubia. La misma persona que le había escrito

que yo te amo y eres la única mujer en mi vida -le

lo que ví, Raúl. Creí que eras diferente -dijo lo último en tono de reproche

uebas, no tenía más que su palabra para defend

a ciudad ¿Por qué con ella? ¿Por qué ten

ue aceptó meterse en esa negociación con Lesly, sin duda sería mucho peor. Para él era

puerta y se fue a la calle. Tomó el auto y comenzó