La hija del mayordomo.
hora mientras esperaba que Alisson apareciera. Ya se estaba
etir que su lugar es con los empleados, que nuestras clases no se mezclan y bl
se juega - Ares comenzó a caminar con u
o le decÃa que por esa cabecita estaba pasando una idea muy oscura. ¡Después de todo se trat
pera aquà - respondió siguiendo su camino hacia los dormito
bitación de la muchacha, hasta que se topo con una puerta entre abierta de una de las habitacione
sentada junto a su pequeño escritorio mientras escribÃa en un cuaderno pero aún asÃ
concentrada en sus actividades, no pudo evitar que una leve sonrisa surcara sus labi
Indago de forma repentina, provocando que la muc
ba una mano sobre su pecho, Ares sonrió una vez más, de form
os después de la cena?, ¿Por qué rayos no llegaste
entina cercanÃa del muchacho, quien la habÃa capturado colocando un brazo ex
- cuando te vi pensé que eras un poco rebelde pero parece que me equivoqué - susurro inclinándose ligeramente, su rostro quedó a escasos centÃme
que Ares pronunciaba su nombre la hizo contener el aliento mientras su c
ejandose de ella, finalmente la chica dejo escapar el aire que estaba co
l querÃa llevarla, en el ala Este de la propiedad los espe
ón se encendieron de forma automática ante el movimiento, mostrando frente a su ojos su enormidad, todas las paredes estaban revestida
. HabÃan un sin fin de libros de tapa dura, los cuales no dudaba que fueran originales y costar
da lugar, como pasaba sus dedos por los libros más cercanos... estaba simplemente radiante, se reprochó me
una sonrisa lobuna plasmada en su rostro - fue idea de Henry traerte aquÃ... no sé habÃa atrevidos a hacerlo antes por mied
muchacho por el torso, tomándolo desprevenido. A decir verdad se sentÃa como la protagonista de un momento de
n pulgar arriba a Ares. Gracias a él habÃa obtenido esa reacción se parte de Alisson y está de más decir qu
r los tÃtulos en las estanterÃas. Se sentÃa como una niña en una dulceria. ¡HabÃa tanto para elegir!... y eso la hacÃ