¡No seré tu sumisa!
Sama
que no pude dormir en toda la noche, me rehúse a lavar el pañito de Fernando porque quería seguir oliendo el a
é en el camino, uno para mí y uno para Cloe. Es la ún
er los nervios que se generan en mi
que acos
ara siempre. He escuchado que su padre acostumbra a que sus hijos herede
etiene, y un frío recorre mi vie
el rostro de desagradable de Gerad Dubois; y no es que sea un hombre feo, es atractivo, tiene cejas pobladas, y l
hacer, pastelito —sub
í, sigo hasta el puesto de trabajo de Cloe. Pongo el capuchino
acias por el café —dice
eta alta que llega hasta a la punta de mi trasero; un falda negra con abertura hasta mis muslos una camisa de botones blanca, que cabe destacar que los primer
relacionado soy yo antes que tú, ¿no es así? —En los labios de
de algún proyecto, algún trabajo o algo similar a él antes
rlo, no antes
matha», me regaño e
eligencia virtual, es un proyecto que lleva años desarrollándose, pero que se pon
está información primero que él. Sin responder a nada de lo q
está en una reunión —habla Lu
talla a Demetrio Laureti y Evangelina Anderson hablando con su hijo. Me quedo helada porqu
ora Eva, disculpe, no sabía que
estoy; aparte de que respeto mucho al hombre que confío en mí, debo recon
a señorita Samantha —dice Fernando m
ado es exquisito, entre negro y carmesí, dandole ese toque sexual y elegante al lugar (justo como es él). Lo miro con una ceja alzada porque él tampoco toca cuando entra a mi
proyecto, y porque no se me informó de eso —digo apretando mi bolso, per
el entrecejo p
ás Samanth
a sonrisa cerrada, mientra
ace). Ya que siento que la mujer en cuestión es la bruja
ués de ti, por Samantha. —Sonrió en dirección a
ta. El deber de él es decir antes que a Gerard, no puedo hace
ego las comento, los amo y que tengan una linda tarde
do no voy a negarlo, el rostro de Fernando por primera vez está cerr
ada, además no es excusa—. Necesitaba comenzar a trabajar con eso cuánto antes, y solo le
s de convocarla yo debo de estar al tanto, escuchaste a tu padre, ¿cómo puedo hacer
s oscuros, y lo que era un mar en ellos, se ha
i acoplando la distancia, pero no retrocedo, aunque me estoy muriendo sigo con
me tra
en dolor, lleno de mucho placer. —M
la mano en mi bolso y saco el pañuelo que me dio
corazón a mil por horas, y co
Gerad? —le pr
e dejo el informe en la me
mente es algo bien estructurado, un proyecto digno de un Laur
y debo ir a almorzar (no pienso repetir lo mismo del día anterior). Así
empresa, pidió almuerzo para ambos, necesita discutir con usted al
n Fernando por prim