ESPOSA SUPLENTE DEL CEO

intentaba no comerlos con frecuencia, la segunda parada para comprar un deliciosa botella de vino tinto y la tercera,

ico, subió al quinto piso, seguido de sus hombres, introduj

s, espe

a la sala, para colocar las rosas, y luego ir a la cocina por un par de copas, su

ro

o

a pos

no... era imposible. El apartamento de Adara, era espacioso, elegante y lujoso, pero no tan grande. Alexander

ón, no p

los ojos para respirar e intentar calmar las ganas que tenía de volver y pedir el arma a alguno de sus hombre y acabar con su infiel novia y su amante, en el bolsillo de su chaqueta reposaba el estuche

r q

la, lo esta

pirando varias veces, caminó hasta el elegante sofá, donde dejó las rosas, con pasos sigilosos se dirigió a la cocina donde descorchó la botella y se sirvió una copa de vino, seguido por los gemidos de la habitación, vol

encontrara, a él, sentado en el sofá de su sala, bebiendo vino, mientras ella se revolcaba con otro, después de haberle ofrecido una noche romantica, sintió asco, ¿Cuántas veces había ocurrido aquello?, ella teniendo encuent

por una bata de seda, descalza, al levantar la vista se topó con la fría mirada de él, Ella se detuvo de golpe y luego dió un paso atrás, las manos quedaron suspendidas a cad

. Al

..con eso que te mantenía tan ocupada—

e cuá

ó la botella de vino, la mujer la vió, observó las rosas junto a él en el sof

plicarlo, Al

opa de vino— miró el oscuro liquido— par

er, escú

da con la que se excusan todos los infieles.— Aunque sus palabras te

ab

to terminará en trágedia.—sencillamente, si no lo hubiese visto, no habria

esto tiene...una explicación Ba

al pecho, ante la fuerte amenaza, pronunciada con aquella voz suave y tranquila— supongo que sí, debe haber una ex

etió la mano a su bolsillo y sacó un es

stro se desfiguró por el llanto, entonces Alexander, volvió a guardar la cajita que contenía el a

plicarte,

n desprecio—¿Qué suced...?— la pregunta quedó sin llegar a terminarse de formular, cuando James Miller, apareció por el pasillo,

"laborales", los muchos viajes juntos y... toda esa mierda que decias, allí les dejo las rosas y lo que queda del vino para qu

e...— Alexander se giró hacia ellos, los miró a ambo

e lo advierto, en cuánto a ti, — le dijo a un callado James— si vuelvo a verte, te mato— y d

eño

a la empre

a, señor— respo

aré para sa

ro guardaespaldas— quier

había roto su corazón, había destrozado su orgullo, había acabado con sus planes de una familia... Regina, Regina ya no tendría la figura materna que esperaba, su madre, su enferma madre se sentiría decpecionada al comunicarle

s, se sentía demasiado humillado, todos sus planes de vida estaban arruinados, ¿Cómo superaría éste golpe?, después de Iliana, no había amado a nadie más, después de siete largos años de soledad, con

ás de su suerte de no tener a nadie, pero sobre todo, ya se imaginaba a sí mismo, sintiéndo pena por

grac

o que pudiese hacer, algo para recuperar su orgullo y devolverle

no de sus hombres, abrió los ojos y lo encontró mirá

jame en la ent

asentir, tras unos minutos, estacionó en vehícu

hablándole al chofer— iré con J

a subir las escaleras que lo dirigirían a la entrada de su empresa, detrás y a una distancia prudente, Jones lo seguía en silencio, vió que alguién se acercaba corriendo rápidamente hacia él, se encontró con una jóve

.. ¿Está u

o directamente con él— lo siento mucho— gimio con desconsuelo— lo siento— volvió a decir, sollozándo, Alexander la

e susurró— to

, sintiendo pena por la mujer, y sintiendo su propio dolor, le devolvió el gesto, rodeándola con los brazos, estrechándola contra él, sintiéndose confundido, la mujer se aferraba a él, mientras parecía a poco de desvanecerse alli mismo, la dejó llorar por un par de minu

cupes, ¿Est

r bien— el labio infe

a?—preguntó fru

po?— Alexander la miró como

orita, l

lvido?— lloró y el

o— ella termin

xander la miró en silencio por unos minutos, veía tanto dolor y sufrimiento en aque

y no tenemos ni cinco minutos a

entonces él, sacó un elegante pañuelo que le tendió,

edo ayudarla

ró confundida, lim

— puedo sacarla de aquí, de la ciudad y

— preguntó con

co y yo le explico, si todo sale bien— sonrió—