Orgulloso Amor

estaban coordinando sus agendas para volverse a ver en la ciudad de México;

tes en la Ciudad de Londres, la carrera artística de Roberto con pocos

uedaba a unas cuantas calles del bar, cuando de la oscuridad salió un hombre a su encuentro de una calle sin salida aparente, quien con un fuerte golpe en la pierna dejo a Roberto casi inmóvil; el hombre desconocido y muy audaz, tomo las pertenencias de Roberto y se esfumo en medio de la noche. Roberto tirado en el piso y c

l médico, Roberto sintió como una flecha atravesaba su corazón hasta partirlo por la mitad para siempre. El medico después de revisarlo llego a la conc

la búsqueda de su pronta recuperación, al llegar a su departamento y calmar un poco su estado de ánimo decide llamar a Pilar para informarle lo acontec

urriera un milagro y que se pudiera recuperar por completo, gracias al apoyo de la compañía de danza, de todos sus compañeros y de sus padres que al saber la noticia quedaron devastados, Roberto recobraba poco a poco fuerzas para enfrentarse al largo y doloroso camino d

s, una pregunta constante venía a su mente, ¿Que había sido de Roberto los últimos meses? ¿Estaría esperándola?, luego de días de haberse instalado en un apartamento muy cerca de la antigua casa donde paso su niñez Pilar compartió con amigos de su infancia, y con su madre que esperaba desde hace meses la llegada de su hija convertida en to

confesarle a Pilar la verdad sobre sus orígenes, y pensaba una y otra vez en buscar el momento ad

ellos con gran cara de tristeza y melancolía comenzaron a contarle a Pilar entre un oscuro café y dulces galletas la difícil historia de Roberto. El proceso tan frustrante de recuperación en el que se encontraba en la ciudad de Londres; atendido con los mejores médicos de Inglaterra guardando en su corazón un día poder volver a danzar como los pájaros entre las nubes del cielo. Pilar al escuchar la historia más triste que había escuchado en toda su vi

o por el rechazo no tardo en salir de la casa donde un día Roberto dio sus primeros pasos , y con un fuerte abrazo a los padres de Roberto sintió que se despedía de quien un día fue su gran amor , y con quien un día deseo compartir sus más grandes