Deseo En XL, Luchando por ser feliz
mitían tener todo lo que quería, lo cual era una gran ventaja para ella, ya que padecía de obesidad. Los pediat
n dando, siempre tachaban que de vez en cuando no era malo, sin imaginarse que a largo plazo ella tendría las consecuen
a. Ya que ella había venido a ser una pieza importante en su felicidad, Samanta, la esposa d
uila, la niñ
e después se sienta
ica, además la niña
so
n la oportunidad para decirle bastarda, gorda y fea, haciéndola de menos menospreciándola. Todo es
le hacen a su hija, así que decidió buscar un prestamista para que le proporcionen una enorme cantidad de dinero, para hacer prosperar su negocio y de
una buena idea de qu
tenemos es una herencia qu
esperanzadas a ti, no hacen n
bajo de
a la hora de c
abeza con eso, tú solamente
seis años, yo digo que e
é ve
a adop
necesario, ella
a miedo que
en de mí, no considero que arr
o mucho. De inmediato vio el dinero reflejado en su cuenta, se alegró mucho, así que empezó a mejorar las herramien
nseguí
que,
ía, ya verás que fundaré otra muy
es mucho, ¿Cuá
es por eso, es más, vete con l
, ya que no sale de
es preocupante que ella
ue no volvió a levantarse de la cama, ella la atendía día y noche, mientras Oliver trabajaba dur
ven a s
e comer, te estoy h
está la
ero no importa, yo
scuides tus estud
ente en mis estudios, ser
a, hay algo que te deseo decir, n
re? -ella le p
ada por nosotros, nunc
o entiendo qué
e las chicas que trabajaba para nosotros, salió embarazada, se vio sola y desamparada que tu padre y yo la apoyamos en todo el embarazo. - ella tóese,
ecirme? ¿Cómo que no lle
ese momento ella me enamoro, la quise casi de inmediato cuando la recibí e
ña, soy
, criarte como nuestra hija, fuiste la mayor d
ian. Mis primas siempre me decían bas
si supieran lo ma
recuperarte, no qu
ino lo que Dios disponga, solamente te pido que cuides de tu padre, él te
quiero mucho, tengo los mejo
a su esposa, se sentía tan cansado que de inmediato se quedó dormido. La joven recostó su cabeza a un lado
, voy a prepararte el desay
se le rodaron las lágrimas, quería gritar, pero un nudo en su garganta se lo impidió. Lloró amargamente, hasta que su padre al escuchar
a no dejo hab
los brazos de su padre, él se queda sin habla,
e mundo, cariño. -besa
e, no me puede dejar, papá
o, Dios la ha acog
e vaya. ¿Qué voy
e meses por la enfermedad terminal que ella padecía. Quiso divagarse en el trabajo y no pensar en la muerte, que no pudo pasar tiempo con su esp
a despreciaban, ya que decían que ella era una arrimada, que se había aprovechado de ellos. Trato de ignorar esas pal
antó la mirada para ver a una de
ra, no quiero es
i te queda que te hagas la mártir, ni madre tuy
e a la hija mayor de Vanesa, qui
acepta y yo tampoco, eres una vergüenza para nos