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Renina del infierno.

Capítulo 8 Estándares.

Palabras:4061    |    Actualizado en: 09/05/2023

ían y se comparaban con el reciente recuerdo de como embauco a seis hombres, como los dejo en silencio y afectados de sobre manera todo por una insípida lagrima, claro que tendrían que ova

ue no volverá a pasar, estas segura con nosotros. — tuvo que ahogar una carcajada ante

e seco en la puerta le dejo ver que Ángelo también era fácil de atormentar, si bien le dolía recordar a su amado Eliot estando con ellos, bien valía la pena el dolor si con el

puerta de baño, casi pegando su oído a ella, Rocco ya estaba

n de tanto sonreír, este sería uno de sus may

a seducir sin necesidad de desnudarse por completo, eso nos

habían decidido trabajar en el futuro club de placeres y los De Luca se encontraban sentado

imagino que muchas deben tener dudas de cuanto cobrar o como llamar la atención sin tener que desnudarse por co

imenta y maquillaje, podría ayudarlas en eso, dejar a un lado la vulg

s tenemos tu fortuna. —

s, pero que no sea con descaro. — al tiempo que la joven Constantini hablaba caminaba por el escenario, para que todos vean como la elegancia que cargaba no tenía que ver con la marca d

or completo? — la sonrisa que se extendió por el rostro de Valentina era sumamente sugerente y los De

o se levantó como si tuviera un resorte y le dio su teléfono móvil. — Les daré una demostración, solo… espero que salga bien, hace tres años que

a sonrisa pícara de parte de Valentina y despertando los celos de los demás, Lupo tomo la tela en un puñado descuidado y bajo la atenta mirada de Valentina llevo el vestido a su nariz, aspirando el aroma de la joven con tanto placer que incluso sus ojos se cerraron por unos segundos, Valentina dio tres pasos, de cara a su público, y todos pudieron ver como sus pechos se bamboleaban con cada movimiento, mientras sus pezones rozados resaltaban como luces de neón por cada abertura que el magnífico encaje dejaba ver, cuando al fin estuvo en el borde del escenario, levanto su pie derecho, y a Ezzio no le hizo falta orden alguna, con rapidez se levantó de su lugar y quito el zapato negro acharolado, con suavidad lo dejo caer y deposito un beso en el empeine del pequeño pie, provocando que Tina cerrara los ojos un segundo, para luego girar hacia la izquierda, y levantar el otro pie, que fue tomado por Rocco, quien repitió la acción de su primo, solo que esta vez Valentina no cerro sus ojos al sentir el beso de Rocco en su pie, sino que le sonrió mientras le guiñaba un ojo, provocando la sonrisa más grande que ella le pudo a ver visto al joven que era un poco lento de mente, retrocedió cuatro pasos, al tiempo que sus manos retiraban los seguros del porta ligas, poco a poco quito una media, que lanzo a Leonzio, el cual la veía con ojos brillosos, de tan llenos de deseo que estaban, y cuando repitió la acción con la otra media, esta fue a dar

¡T

o, pero pronto se congelo en su lugar, al observar como de forma ágil y rápida

n que había entre sus piernas, ver a su reina enroscarse en

torcido que pareciera, estaba provocando que Leonzio, se removiera incomodo en la silla, su pene estaba liberado liquido preseminal y no era para menos, su reina estaba casi desnuda frente a ellos, meciéndose. Y de pronto en un movimiento ella libero sus brazos y abrió sus piernas, quedando suspendida solo de ellas, Valentina Constantini volaba desde el fondo del escenario hasta el borde de este, dándole a los De Luca un

abía acabado en sus pantalones, acababa de tener un orgasmo por solo verla

lentina estaba atrapada entre la tela roja, desde la punta de los tobillos, hasta su brazo derecho, dejando el izquierdo libre, las telas se apretaban a ella por el peso de su cuerpo, sus piernas estaban presionadas, su abdomen y pechos incluso se marcaban con fuerza, era

alen

ra asombros de todos, al último momento Tina giro su mano derecha y esta se enredó una vez más en la tela, aunque el latigazo la hizo arrugar su rostro con dolor, algo que no pasó desapercibido para los De Lu

estuvo

nada de converti

iero ha

ver, Lupo avanzo el paso que lo separaba de su reina, la excitación y el deseo se

tina le puso su mano sana sobre el fornido

olvió su mano en la de la joven y jalo de

illo en los ojos del barbudo la hizo temblar, por un segundo,

a lugar que él tocaba, incluso sus tobillos, pero nada la calentó tanto como ver a Lupo de rodillas a sus pies, no se había percatado que tenía su vestido en uno de sus hombros, estaba demasiado entretenida viendo cómo se lamia los labios, hasta que al fin el lobo, retiro el vestido de su hombro y comenzó a colocárselo, y ella… s

culo detuvo su andar frente a la casona todos bajaron con una rapidez casi ridícula, Valentina espero que Ezzio abriera la puerta y quiso escapar a su nueva y provi

ó de inmediato, pero Salvatore lo ignoro, como si no

a tomo el vaso y se sentó, ya no tenía sus medias negras, mucho menos sus zapatos, to

ra. — respondió al

— sugirió Ezzio y la joven dejo

he tibia antes de dormir también? — Rocco

occo y desapareció por uno de los pasillo, ba

siente en esta ocasión lo que sus pa

sí había algo que Valentina odiaba era que no se cumplieran sus pedidos, demandas o

uamarina lo veían con rencor, esta vez no lo disimulo, pero no era por apreta

o, a veces no pu

rario te abría volado la cabeza, ¿o en vedad creíste que solo Don sabe disparar a sangre fría? — Lupo achico sus ojos con molestia,

e perdió en el momento que Valentina tomo el

a que estaba carga y sin seguro, pero en esas orbes agu

o en su dirección, pero Lupo lev

castaña levanto una ceja, con incredulidad, pe

— le advirtió, pero Lupo solo podía pensar que quizá

tu amante? — Leonzio había escuchado lo mismo que

a, por lo que de forma inconsciente busco con

ondió en automá

o de Don. — Valentina tomo un trago de ron, sus ojos seguían en el

a loca rubia que me apunto a la cabeza esa noche, y sus ojos a

dieran batalla por tres años. — Valentina termino de un solo trago su bebida y extendió el vaso a Ezzio, para que le sirviera

alentina devolvía multiplicado lo que le dieras, si la tratabas bien ella t

gel, son los primos del ángel de la muerte, H

o de Hades… — Lupo estaba viendo rojo una vez más y Valentina se puso

rranco cada extremidad de tu puto cuer

llos mataron a mucho de los nuestros en

ue sucedió en Italia no fue

omo

era personal tu Leon

ojos mi reina. — Salvatore no pudo quedarse en silencio no cua

¿Qué era peor? ¿sentir celos de dos asesinos? ¿o de su hermano? Salvatore

o salir el aire con fuerza, bebió un

elo de mi padre, había escapado de prisión, ningún lugar era seguro, Ámbar nos cuidaba mientras mis padres recuperaban el tiempo perdido. — recordó con nostalgia, pero sonriendo ante los recuerdos. — Entonces Demetri nos encontró y Ámbar… abrió sus alas de Ángel, ese día comprendí que cuando la casta de asesinos corre por tus venas, no importa lo que desees, siempre habrá

indago Ángelo y

y mucho menos perversas, solo que debía saber buscar buenos lugares, Mateo me llevo a un club de placer en Rusia y su cuñado Neri casi lo mata cuando supo mi edad, para Neizan que la hija de Zabrek y la nieta de Constantini estuviera en uno de sus clubes con

re del magnífico Eliot, si ll

por recordar al hombre con el que me hubiera casado en dos meses! — Valentina lanzo su vaso co

Ti

ir a la mi

se sus pies, sin siquiera preguntarse, ¿Por qué necesitaba saber que le pasaba a ese hombre de

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