Ira
or. Su futuro descansaba en las manos de dos de esos machos. El juez North se sentó tranqu
confío en ellos todavía. Es dema
itación. Tim Oberto se sentó en una silla cerca de la esquina. Parecía enojado, la forma en que sus ra
inalmente, al tercer hombre que estaba delante de él. "Mis hombres no han entrenado con estos hombr
reía el humano que era para dudar de su palabra o de su compromiso? Dio un p
es,
riencias". Pesadillas. No dijo esa palabra en voz alta, temeroso de que los otros machos se preocuparan por su motivación. Miró profundamente a los ojos de Justice. "Ya tienes el nombre que yo hubiera elegido. Quiero justicia para nuestra gente y estoy dispuesto a arries
remos que la OSN se sienta orgullosa. Deseamos traba
u silla, los estudió a ambos atentamen
"No entiendo
tando de tu libertad. Podrías hacer amigos, coquetear con nuest
rdad le daría lo que quería, que er
pregunta. C
im Oberto, y luego vo
instó Justicia. "No hay nada que puedas decir
reprimirla. "Después de lo que me hicieron, me preocupa tener intimidad con uno. El grupo de trabajo es todo masculino. Los tres viviremos juntos y quiero lo
ando se relajó en su silla. "¿Cómo te va con el manejo de tu ira? ¿Des