Dovis
ustar a la tripulación para que renuncien. No te gusta la gente. Comprendido. Eso no significa que puedas ser un gruñón con todos. Ya perdimos a nuestro último ingeniero de mantenimiento por t
abitual. Apuesto a que eso la haría sentir más segura si decides ser un imbécil. No m
de n
ando hacia las puerta
llido de rabia. Parecía que no le gustaba que lo amenazaran. Mari se estremeció, tapándose los oídos. Salió furioso del gimnasio. Respiró
n los nuevos esclavos que habían comprado y que se negaban a recibir órdenes. Ella había sido testigo de su castigo, cayendo al suelo y sufriendo lo que parecían ser convul
menos que intente comerme.
ambió. Tenía que ir a arreglar el desagüe de la bañera. La reparación so
. Para cuando comenzara su turno de trabajo, estimó
reloj de trabajo. Un excelente empleado era uno que un jefe querría conservar. Tan bueno como K'pa hab
ciando otro respiradero.
ulación en esta dirección, pero ella no sabía a quién pertenecía. Era extraño, porque todos los demás camarotes de la tripulación estaban
cuchando. Todo estaba en silencio. Avanzó
a una cocina completa construida en una esquina. La cama era enorme y fácilmente podían dormir cinco humanos uno al lado del otro. Un sofá largo y ancho e
? Una vez había reparado una nave que transportaba extraterrestres alados. Les gustaba colgarse de perchas en el techo por los dedos de los pies con garras mientras dormían.
spiradero. La rejilla estaba tan ob
cabina, y ella se quedó quieta
erradora bestia peluda del gimnasio. El zumbido había
s. Sacudió su cuerpo, a pesar de verse mayormente seco. La ducha lo habría secado, excepto que a veces, si tenías mucho cabello, permanecía
la cabeza y luego caminó hacia un gabinete
lemente estaría enojado si la encontrara dentro de su resp