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Linda, gordita.

Capítulo 3 Mal de amores.

Palabras:3419    |    Actualizado en: 05/05/2023

parecía un animal, nunca en su vid

no, ella es una mujer audaz. Además, no se iría a follar con él a la primera ¿verdad?¡Te apretó las bolas y chupo tu

que Linda hacía lo que quer

ldic

estaba a punto de llamar a Deiv

se sorprendió del mal aspec

foll

gocios no a follar ¿re

cómo nos salvó de cagar nuestra ca

da en comparación a como nos s

teléfono en la sección de lista negra, hasta que encontró el nombre

iano atendió al

¿D

nte R

Linda

eres tú o acaso Erick Mar

¿Q

ruté como nunca, ella es realmente exquisita, valió cada centavo que perdí en

ería como que Erick cancelo el trato

dría ser que el señor frío, por fin sintier

dijo siempre y lo repitió aquel día, nosotros nunca fuimos nada, deja

sucedido, mientras los hombres seguí

umanos llamó a su antiguo trabajo y dieron excelentes referenc

cía nada, solo bajo la cabeza mientras sus lágrimas caían, recuerda que ella dijo que no po

isorio que ella se comportara de esa forma, pero estaba di

ogar, fue abordada por una René

asó con esa zor

ué rayos te

ación, morirás cuando veas lo que p

ntrato con Dante, no sé porque, me gustaría pens

olo te utilizo, no te permit

o si e

ga y te pide ser su novia, algo que no hizo durante el tiempo que te

en un lamento al darse cuenta de que aun

aquella charla. Estas mujeres entregaron su virginidad e inocencia

su arte fluía, mientras mejor estaba Linda, mejor e

eos inocentes y trabajó, la nueva asistente

urante con Samara, desde ese día Linda estaba como ida, si bien les seguía el juego a ambos

n la agenda de ambos el horario de almuerzo, con la excusa de

a vamos. — Ella s

ustó hasta que cuando llegaron

ció, ella estaba tomándole el pelo, cayó en el truco más vi

o deseas que te azote

lo que tú quieres. — Dio la vuelta y subió a la Ferr

eso creyó, le sacaría la másca

mujer, o Deivid está loco, o ella es bi

o ese edificio enorme y completamente

El hombre la vio tensars

tras trataba de res

on y en ese momento ella

uiénes son lo

nos ori

e de comida oriental cerca, ¿sabes? debes

s ayudaban a que el brillo sea aún mejor, pero en medio de aquel lugar, sumamente lujoso, como si de un funeral se tratara estaban totalmente de negro Samara y Erick, a pesar del estilo de sus prendas hechas a

peores pesadillas Linda imagino aquella escena que bailaba frente a ell

s a cruzarte

de New

e entrené me

dos, ella giro y salió corriendo de aquel

uscar, no vio a Samara, porque entonces hubiera relacionado todo, solo salió también de aquel lugar y la siguió, no cor

ración desde que salió del restaurante y durante las casi 4 cuadras que había recorrido, apoyo las manos en una pared, buscando un sustento para no caer, soltó el aire y comenzó

quila,

n blanco, ella no podía procesar nada, estaba en shock. Una cosa era saber que

o la tomó con fuerza de la ma

do el conocimiento, pero aun así su cerebro la había abandonado unos minutos, antes

o hotel quedaba solo a cuat

, donde la habitación por una no

se, pero él no solo no contestó a su pregunta, sino que apenas se abrieron las pue

tro y cerró con llave, metiendo está dentro de su pantalón

me interesa, pero no saldremos de aquí hasta que no me expliques que mierda pasó allí. — La vo

o, y él la miro sorprendido, aún en silencio avanzo hasta la gran vent

botella de vino tinto, se acercó a

e te sirva un

o que me des ese whisky, y beb

de la b

me. — Linda lo miro en busca de algún tru

jo mientras sujetaba la botella sin ningún ra

e un rey en su trono y u

so es difíc

. — Linda se dio vuelta para mirarlo en lugar de mirar ese ed

no somos

yo soy cazadora de depredadores, no me co

de ser y así marcar una diferen

quito la botella de vino para tomar un gran trago, lo necesitaba al recor

la única forma que sabía, fue sobre él hombre que todavía estaba con su cuello levantado bebiendo de la botella y paso su lengua por el camino que había dejado la caprichos

ero aun así sin lograrlo, se dieron cuenta que era tanta la desesperación que tenían, él por estar de una vez con ella y así olvida

quedaban al descubierto y se maravilló cuando vio el hermoso brasier de en

a de vino y bebió un poco mientras lo miraba desde su altura, él por otra parte olvidó su desesperación cuando quedó mirando de abajo hacia arriba esas

te? — Will jamás había escuchado

urecen aún más, su pene dolía de tan duro que estaba, ya n

o es como yo qui

tendía que pasaba por la cabeza de esta mujer, pero lo peor era que en este pun

lí tirado en el suelo, esperando su

si solo le f

ntras llevaba su pulgar a la boca y lo mor

ué no lo

la frase demostraba que era una promesa que cumpliría. Por lo que él obedeció, se sentía un

hombre hasta llegar a su pantalón, y cuando Will sintió que con una sola mano lo desabrochaba perdió nuevamente el control y tomó uno de los pecho de Linda, mostrado de esta manera que él también podía

inda libero sus labios y l

tas a tiempo. — Una sonrisa s

de decirte. — Dijo con una voz

sin compromisos, ataduras o reclamos. — Williams la miraba sorprendido, jamás ninguna mujer diría eso. Pero, aun así, por más que

i suplicando, y es que realmente él le esta

con cada palabra, su pene dolía y ella lo sabía, fue gateando hasta aquel lugar

si lo hizo ruborizarse, ¡¿por favor esta

tienes pr

so sería imposible, él destilaba deseo por cada poro de su cuerpo y es

de ese enorme pene, acto seguido sin quitarle la vista a Will, llevo su boca hasta allí

y por más que no quisiera perderse esa imagen su

a gemido de Will, ponerlo así la hacía sentirse poderosa, sentía que

ero... terminar sin hundirm

Le encantaba que le s

nta que s

tomo el borde de la mini falda y la subió, deleitándose metiendo la mano en esa braga que estaba completamente húmeda, y cuando sus dedos comenzaron a trazar círculos por fin ella gimió, y eso fue como escuchar la

uería sus cumplidos, no los necesitab

liams llevo a sus ojos de un celeste cielo al azul más oscuro, cuando ella se colocó sobre él de una forma sensual, su pene latía y martillaba pidiendo por Linda, poco a poco f

, sus pechos danzaban libres y Williams sentía no solo qu

ulsionó sobre él, pero apenas terminó se levantó, aún con piernas temblorosas tomo sus cosas y fue directo a ducharse. Dejando a un Williams con un sabor agridulce, por un lado, no podía negar que esta fol

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