DERRIBANDO LAS BARRERAS DE MI CEO
raban que se diera ese matrimonio para disfrutar del
educación que te hemos dado —grito el an
señor juez terminemos con esto rápido, —al terminar de
rer su espalda, no por su esposo, sino porque en algún momento de su vida soñaba con c
quien no le generó ningún sentimiento, estaba ne
usurro en el oído a su hija—. Te lo d
ba al guapo hombr
su mamá y continuo—. Madre serias tan amable de llevar a la
signada, Suss
o, yo la insta
ficina del juez s
egistro, los familiares de la novia
ció y se montaron las tres
soberbio, pero no es una mala persona, —comentó
Pratt, — lo mi
tímida, seremos familia, a
enle paciencia. Es hijo único, desde que se fue de la casa familiar, vive con su nana Emi
el resto del camino en silencio, observaba por la ventana del carro varias mansiones que desaparecen dejándolas atrás. El carro se detiene en un gran portón y este abrió
a de su nuevo hogar, es una enorme casa pintada de blanco, pudo visualizar dos enormes co
y aparece una mujer de mediana edad, no tan alta,
ñores! Un gusto
mi nieta Lindsey, la esposa
Emilia!, y ayudo a mi niño a
e llame señora?,
eja tristeza en su mirada, también se podía observar tímida y angel
las dos manos a L
ilia con toda confianza o pídele mi número de teléfono y me puedes llamar cuando quieras —
muestras de afecto de su nueva famil
, se la entrega y ella la recibe
—aseguró el anciano, le dio la espalda y ca
que emanaba de la mansión, aunque la sentía fría con esos colore
o a tu habitación, de
altó, parpadea varias veces, su cuerpo se es
uosamente, le colocó una mano en la espa
tación está al frente de mi niño, él me indi
r al pasillo de la segunda planta, Emilia le indicó cuál era la
la abrió, se quedó boquiabierta al ver un enorme closet con espacios en los lados, arriba tiene gavetas y una pared completa con divisiones para zapatos, agarró su
cho, es muy atractivo y deseable, debe tener mujeres que lo complacen en todo. Como me miro sé que no soy de su agrad
as no querían salir, ahora sí se sinti