La Obsesión de mi cuñado
Todo lo que recuerdo de la noche anterior es que bebí si
de la cintura. Siempre me gusto su cabello, maldito sea el día en el que se lo c
bajo en mi cama con su cabello al aire y no puedo evitar imaginármela
ada en mí y si
i amor ¿Te prep
ella, no tiene su voz angelical, ni sus ojos tono azul, está maldita cualquiera tiene los o
sto mientras jalo su cab
P
ro y vete! —Le lance un fajo de billetes
*
iligencias, pero ya nada es como antes. Todo ha
ano; sin embargo, anoche otra vez me desvele y para multiplicar mi hum
mportante y perdí varios kilos. Por suerte soy muy cuidadoso
imo tiempo, siento como si algui
a en el mundo me importa. Quisiera reg
orarla, hacerle el amor. Nunca necesite a nadie como la necesito a ella, pero ya
o que siempre anhele. Que ya el negocio es mío, nu
a debió rechazarme, nunca debió hacerlo, con su dec
ue era prácticamente una niña. Aún recuerdo cuándo la observaba jugar con sus muñecas tan inocentemente y me son
gris a comparación de su hermana, pero para mí ella siempre ha sido la única mu
su culpa,
arme y cuando quise tomar lo que es mío, cuando quise tomarla a ella, se atre
í por propia voluntad, no tendría que haber gritado, ni intentando
s tonterías seguiría viva, sería mi rei
rofundo de los océanos donde nadie nunca la encontrará y yo estoy
né, pero fu
ningún testigo, lo haré ahora y lo haré siempre po