Mi Diavolo
e sentía más solo que nunca. Respiré profun
na chica que yo no h
mala cara d
star solo
lado. Después sacó una peq
ños - me dijo c
con el ceño
roma? - le pregu
n la cabeza
que te gustar
evolví
onozco -
un poco el la
tú eres Fabien, ver
beza, ¿pero como el
de mí -
e miró
era, no volveré a hablar
do en la banqueta estaba la pequeña caja de r
te castigará - me dijo
tar, y aléjate
a mi lado y me
desde hace semanas. ¿Cómo pu
yo ya había dejado de pensar en eso, al principio tenía pesad
no fue gran cosa. Ahora vete, no qu
e miró co
- murmuró, levantán
ca llamada Carolina. Ella era pequeña, de cabello castaño y de
*
amo, distraído por la calle. La vi; ella estaba dentro de una florería, se veía hermosa y tan s
ersiguiendo?
beza. Ella se acer
vas? - me
er algo - l
te acompañe?
dola por un buen rato,
empo y ven a ayudarnos! - gri
en blanco, pero d
s después
asta la florería. Yo aparté la m
iento. Sin embargo, en el camino, me encontré con Mariano y un par de sus amigos.
ra ti. Hoy estoy de mal humor, así
desprecio, al igual que los d
y a ti te daré una lección -
golpeándolos como loco. Yo estaba mucho más fornido que ellos, pero ellos eran más que yo. Lancé a
ienes harto - le grité mie
o y me lanzaron a un lado. Yo me leva
terminar peor que
ndo. Yo miré a Mariano, que es
- le grité mientras
z sobre él y se
arme! - exclamé, sintiendo cómo m
mi celular y llamé a Piero, sabiendo que la paliza que recibiría p
muchacho? -
o nada - le dije a Piero, mientras Mariano permanecía en silencio, su rostro reflejando la devastación.
un par de mis hombres para que resuelvan
fono y me acer
Sé que yo también saldré lastimado, pero me llevaré el consue
siblemente asustado. Me senté jun
re pregunta por mis
llorando como u
- amenacé, viendo cómo Mariano negaba
ruo - murmuró e
reí un
io - le dije, con un
*
iano no dijo ni una palabra, de lo contrario, ya me habrían mutilado. Au
dio son a los mentirosos - advirtió m
o, ¿y así me agradeces?
se
confesó después de algunos golpes - dijo, h
menazaste. ¿Vas a matar
sintiendo el dolor
de tus expectativas. Es débi
achó para mira
o crea. Sé lo que quieres, hijo
ue Mariano! ¿porque soy yo el que recibe e
par de golpes
nada. Tienes que superarme a mí. ¿C
í y a
ñanza; no volver a mentirme y te hara enteder, por que soy tan duro contigo, y
me pusieron un paño en la cara. Luego, tiraro
ómo llenaba mi boca y mi nariz, privándome del oxígeno poco a poco.