Corazón de cristal
durmió bien, sus ojos estaban rojos de tanto llorar debido a dos cosas: La enfermedad de su madre y las constantes humillac
era la que más le preocupaba aunque también tenía miedo de que alguien se enterara de lo que sucedió entre ella y Gustavo. Con es
de contarle; no se comió el cuento de se trataba de su hijo. Que no podía morirse
ro, ¿qué es? -Se acarició
mó un papel que ella le dió con la dirección de Cecilia. Dentro de s
odía notar una si
guntó Germán, quien la veía
-Le respondió
, cómo si te preocupara algo -Le dijo él, con el ceño
u ventana, observando a Bruno en el jardín, hablar con el ja
qué? -Germán a
nte asqueroso -D
es más extraña -Germán hizo
ustavo la defendió, abogó por ella -No dejaba
teléfono-. El muy imbécil me tiene harto con su actitu
sa relación amistosa que crece entre ellos es una pésima idea
s? -Le preguntó G
sería terrible para nosotros -Frunció el ceño. La rabia que sentía era monumental-. ¿
e Gustavo se enamore de esa sirvien
lia y tú si? -Le preguntó Sandra a Germán;
diversión, nada más. Me di
iraba a su hijo, pero si mente la tenía
sas? -Le preg
turos problemas -Le respondió
estuviese planeando en su retorcida mente. A
rruinan la felicidad del otro sólo por gusto, por placer, pero la vida está
pagar las medicinas de mi madre y, aunque eso no la va a curar,
emostrado ser una empleada ejemplar y eso es algo que aprecio
u hijo, han Sido un gran apoyo para mí, estos meses -C
sta la operación de tu madre, voy
ya ha hecho mucho y aceptar todo ese dinero sería un abus
butaca-. Dejame ayudarte por favor
masiado -Se s
te podrás arrepentir -Aquellas p
lo aceptaré pero con una condición -Lo
teban se cruz
ero de mi salario -Le
determinación -Caminó de regreso a su butaca-. Eso m
eñor -Ella asinti
día libre para que estés con tu mamá y le des la buena not
cias, es usted un ángel -Ella
azo. Por primera vez en su vida sintió un cariño si
puesto que de su mente , no podía salir el rostro de Cecilia; no había un solo segun
isión en sus manos. Debía tomarla lo más pronto posibl