Casada por accidente con el CEO
ÍTU
na D
a habitación, ¡era frustrante! Volví a sentarme en la cama después de un buen rato de búsqueda y me envolví en
e antes y parecía muy nervioso, buscó su móvil y cuando leyó algo allí se puso aún peor y empezó a
dije que te fueras? ¿Qué parte no has
, ¡cómo voy a volver a mi habitación, y mi novio si me ve as
ruinar mis planes! Pero no te preocupes... ¡tu bajeza y desprecio no afectarán a mis decisione
os, como tú dices? ¿Sabes lo que me costó mantenerla bajo llave, creer que sería un momen
estar mintiendo! No me creo nada, cada vez está más bajo,
a sabía que mi cuñado y mi tío, ¡estarían aquí en este crucero! - Ex
le un poco, y vaya, parece mucho más guapo de lo que pensaba... es más alto, más fornido, con cara de Dios gr
bía. - repetí c
tante estresada! ¡Quiero que te vayas ya! - Me puso la mano
o la puerta, y me quedé en aquel enorme pasillo, a un lado las habitaciones
ue miré con cuidado los números de las puertas, y claro, vi la cagada que había hecho, porque la habitación que dejé era la ciento doc
puerta, apoyé la frente contra ella, pero no tuve el valor de abrirla, Helio seguramente no me creería, ¿cómo explicaría e
a realmente mi habitación, porque oí fuertes gemidos
pirar, ¡realmente esperaba equivocarme, y que
uchillo afilado hubiera golpeado mi corazón, y vi al hombre que amo, que traje aquí, pa
cuatro patas sobre la cama, y Helio la agarraba por detrás, y con una mano le tiraba de su largo pelo
poco bajito, y al ve
s, zorra? - preg
ué de habitac
a no dármela, y ahora te pillé con las manos en la masa, ¡mírate, Luana! ¡Parece que hub
uviste sexo con otra mujer en nuestra habitación, al menos yo no lo sabía, pensé que era
dinero, y usar tu tarjeta, a lo sumo serviste para limpiar mi casa, porque ni siquiera sirves para coger... Bueno, conmigo, ¿no? Bueno, veo que el problema soy
recordé que Helio trajo sólo una pequeña maleta de maquillaje y cosas personales y que al parecer también fueron usadas por esta mujer porque
odo al mar! Es mío, ¡puta granjera! - dijo, dejándome sin habla, sujetando mu
guapo moreno que pasó la noche conmigo apareció por allí y que yo no había visto, miró toda aquella situación y yo u
la deplorable situación de aquellos dos, que estaban desnudos, y ni siquiera parecía
é pasa
a maleta, ¡la tiro al mar! - la puta qu
y de la mente, ¡eh! - dijo el guapo, y no pude negarlo, porque mirándolo ahora, realmente parezco una idiota c
? - Helio apenas habló, y recibió un buen puñetazo d
ue no la busques más! - dijo el guapo y tuve que parpadear muchas ve
solos! - dijo agarrando mi bolso, e incluso dejé de llorar
ión, creo que ahora entendía que realmente decía la verdad, y ni siquiera sa