VOTOS MORTALES

Mientras las chicas normales obtenían licencias, usaban maquillaje y tenían citas, cuando cumplí veinte cuatro años, fue el día en que mi vida terminó.

Nunca olvidaré la sensación

que tuve una vez que mi padre me llamó a su oficina.

Tenía una gran sonrisa en mi rostro. Después de todo, era mi cumpleaños. Y mi padre nunca me quiso por nada.

Entonces, cuando su mano derecha me dijo que quería verme, creí que era porque quería decirme

"¡Feliz cumpleaños!" y

finalmente reconocerme.

Cuando tenía cuatro años, murió mi madre. Fue secuestrada por una mafia rival y asesinada para darle una lección

a mi padre, lo que lo dejó con una hija como sucesora. Nunca había sido amable conmigo y creí que era porque quería

un hijo.

Pero yo era lo que consiguió. Y se aseguró de mantenerme ocupada. Tan pronto como pude caminar, me hizo

tomar lecciones de violín, sin importarle cuando mis manos se ampollaran por toda la práctica. Entraba en la

habitación, escuchaba y se marchaba.

Nunca me felicitó, me dijo que estaba orgulloso ni me dio ninguna indicación

de que estaba complacido conmigo.

Prácticamente corría hacia la oficina de mi padre, la emoción burbujeaba profundamente dentro de mí. Me paré

frente a las enormes puertas blancas y llamé ligeramente. La voz profunda de mi padre llegó desde el otro lado de la

puerta, dándome permiso para entrar.

No miró hacia mí, lo que hizo que mi corazón se hundiera un poco, pero no dejaría que me disuadiera el

ánimo. Me senté en una de las sillas, esperando a que hablara. Para decirme que me amaba o "Feliz cumpleaños".

Que estaba orgulloso de mí. Algo que indique que le importaba. Después de que pasaron unos minutos, finalmente

miro hacia arriba. Pero no estaba sonriendo. Mi sonrisa desapareció de mi rostro de inmediato.

“Como saben, las relaciones con la Mafia del Norte han sido casi inexistentes, y con la expansión de los rusos en

nuestro territorio, debemos unirnos para formar una unión más fuerte. El hijo del capo principal lleva un tiempo soltero y

está envejeciendo."

"Es hora de que se case "

Sentí que mi estómago comenzaba a encogerse de miedo mientras anticipaba hacia dónde iba esta conversación.

"Ya que eres el único hijo que he podido concebir legítimamente hasta este punto, es lógico que seas la esposa de.

"Luca Pasquino"

Mi corazón literalmente se salió de mi pecho, y honestamente pensé que me iba a caer de mi asiento allí mismo. No soy tonta. Luca era muy temido. Muy incomprendido. Y si no estuviera mal visto en nuestra sociedad, lo llamaría

clínicamente loco.

Luca se hizo hombre a la tierna edad de diez años. La edad normal para que nuestros muchachos se conviertan en

hombres es por lo menos de dieciséis a dieciocho años. Luca era lo que cualquier hombre de nuestro mundo quería que fuera su hijo.

Era malicioso, cruel y las emociones eran lo último en su mente. Cuando Luca tenía diecisiete años, había

matado a un hombre con sus propias manos. Y no me refiero a que lo estranguló; no, golpeó al hombre hasta convertirlo

en una pulpa literal, rompiéndole la cabeza.

Mi padre estaba divagando sobre cómo esta era una gran oportunidad para mi familia, para nuestro clan, pero yo no