Para muchos encontrar el amor se ha convertido en su principal causa, y la humanidad hoy en día a creado muchas formas para facilitarlo o eso se dice. Pero qué pasa cuando naces en una especie completamente diferente y no hablo de los animales, tal vez un punto intermedio entre ambas, una que te ahorraría el trabajo de buscar a tu amor verdadero, nacerías con tu pareja predestinada.
¿Muchos estarían felices con ello, pero que hay de los que no?, aquellos como yo que preferiríamos aprender de nuestras decisiones, enamorarnos, poder pasar por una ruptura y levantarnos de ello, aprender.
Mi nombre es Lea Wells, y aunque no debería contarles esto ya que es un secreto, yo soy una mujer lobo. Claro un licántropo o una variante de los temidos hombres lobo de las leyendas, nosotros somos criaturas con autocontrol sobre nuestra parte animal.
Yo estoy en contra de lo que nos han dicho desde que nacemos, pues yo no creo en el destino, ni por qué él tiene que decidir sobre mi vida; es decir los humanos tienen el libre albedrío porque yo no he de tenerlo también.
Hoy cumplo 16 años y como todos en mi especie es la edad en la que nuestra parte animal hace presencia por primera vez, pero hoy no solo es mi primera transformación si no también mi primer día en una nueva escuela, nueva ciudad; gran cambio, lo sé, pero desde que nuestra anterior manada fue atacada por vampiros los cuales buscaban matar a cada bebe nacido o por nacer que se encontrara llevando a la muerte a nuestro alfa quien dio todo para que escapáramos de tal masacre, buscando refugio con nadadas las cuales tenían acuerdo con nuestro alfa y nosotros terminamos en un pueblo el cual tenía una gran historia por pelear con la reina de estas criaturas chupa sangre y aun poder sobrevivir; desafortunadamente no estaríamos con tan legendaria manada si no con una la cual se establecido una década después de aquella feroz batalla, una manada nacida de raugers.
Maldito día el cuerpo me pesa más de lo que a cualquier adolescente debería sentir y aun debo ducharme, y pronto será tarde para la odiosa escuela. Tome una ducha larga pues que más daba perder una clase, salí del baño dirigiéndome a mi armario, tome unos shorts negros cortos y algo desgarrados y una blusa sport sin nada más; mi aspecto era horrible, pero me sentía tan pesada como para tomar más tiempo en arreglarme más. Se me olvidaba contarles que no soy una gran belleza, soy de piel blanca, casi pálida, cabello negro y ojos azules.
Baje corriendo las escaleras para tomar un desayuno rápido y salir directo a la escuela se dónde sea que se encuentre.
- no puedes elegir algo mejor que ponerte? - dijo mi buen hermano mayor kail - pareces pordiosera- añadió con una sonrisa burlona.