Allecra
Una vez que logramos escapar con éxito de la mansión, nos dirigimos a otra de las casas de seguridad que tienen los hermanos Riina aquí en New York, por ahora no podemos viajar más lejos tenemos que esperar hasta mañana o por lo menos confiar que al lugar que vayamos a ir sea más seguro que el anterior, también debemos juntarnos con Bellarosa para ver que noticias tiene del nuevo negocio que estaban planeando los hermanos para poder tener más aliados.
Niccoló logró quedarse dormido otra vez en mis brazos, Gianna está despierta aún ella está jugando con el cabello de Isabella, mi hermana luce muy preocupada pero no dice nada aún, Gabriel cada pocos minutos maldice y pasa sus manos por su cabello con exasperación imagino que debe ser por la casa que perdió y porque Dante junto a sus hombres tuvieron la audacia de atacarnos aun sabiendo que los niños estaban en casa.
El solo pensar en él despierta enojo y dolor en mí como en el pasado cuando me escapé de sus garras, paso mi mano por mi cabello en un intento de mantener la calma y no perder el control o enloquecer por lo que acaba de pasar.
Una pregunta detrás de otra me vienen a la mente, ¿Él estuvo ahí? ¿Estaba con su amante y esperaban ver nuestros cadáveres? ¿Acaso odia a los niños también?
¡Detente!, no ganas nada con llenar tu mente con estas preguntas de las cuales no tendrás respuesta alguna, solo lograrás que te torturen más.
Beso la cabeza de mi bebé y cierro los ojos deseando que esto sea un mal sueño, con lo tan bien que estuve viviendo por mi cuenta todo este tiempo.
—¡Te dije que pasaría esto hermana, pero nunca me escuchas!, ¿Por qué no hablas con él?, Son sus hijos también, no puedes alejarlos sin explicación alguna de él—ahora no necesito estos reproches, ella debe entender que todo lo que hice fue para salvar mi vida y la de ella también, si me mataban a mí que sería de ella quizás hasta la hubieran casado apenas hubiera tenido los 18, no me quiero ni imaginar los planes que hubieran tenido ese par de locas amantes de Dante.
Estoy por responder cuando escucho a Gabriel que se adelanta— ¡Isabella no es momento para reproches, apoya a tú hermana y no la abrumes más!, deja de portarte como una mocosa—le dice con una voz firme, estoy tan agradecida de que él haya intervenido, porque no tengo cabeza para nada, por ahora sigo pensando que todo es un mal sueño, me niego a creer que él me encontró y que vino por mí, pero no de la mejor manera.
—No le estoy reprochando nada, solo le señalo lo obvio Cuñado o debo seguir llamándote Gabriel—Isabella está más rebelde cada día, ya no es la dulce niña de antes, pienso que es parte de ser adolescente, antes de que vayan a discutir intervengo, me aclaro la garganta y le hablo muy seria.
— ¡Hermana detente!, no es momento para estar discutiendo o señalando lo obvio como dices tú, ¿Va bene?—eso parece calmarla por ahora, pero mañana tendré una charla sería con ella.
Esta vez pudimos escapar, la próxima vez dudo que la suerte esté de nuestro lado otra vez.
¡Maldito Dante!, tengo que hacerlo pagar no solo por lo que me hizo antes cuando pensé que habíamos logrado tener algo por el bien de los niños, sino también por el ataque que hizo pudiendo lastimar a los bebés.
Eso es algo más que debo añadir a la lista de las cosas que no le perdonaré nunca.