Novia del Señor Millonario
Cariño, déjalo y ven conmigo
El regreso de la esposa no deseada
Yo soy tuya y tú eres mío
Tesoro de CEO
La segunda oportunidad en el amor
Mimada por el despiadado jefe clandestino
La venganza de la heredera genio oculta bajo la máscara
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Mi encuentro con un misterioso magnate
Esa noche, el estruendoso tono de llamada de un celular rompió el silencio del dormitorio de las chicas.
"¡Cherry! ¡Contesta de una vez! ¡Tu teléfono es el que más ruido hace aquí!", dijo la joven que estaba al lado de Cherry Shaw, empujándola suavemente.
"¡Ya voy, ya voy!".
Una vez que atendió la llamada, la mujer se puso de pie antes de decirle a su amiga: "Necesito salir a recoger un paquete".
"¡Está bien!".
Al rato, Cherry regresó con dos bonitas cajas de regalo, aunque parecía un poco avergonzada.
"¡Vaya, qué bonitos envoltorios! ¿Qué hay adentro? ¿Son regalos de tu novio?". En ese momento, las otras chicas inmediatamente la rodearon curiosas.
Entonces, con una sonrisa pudorosa, sostuvo las cajas con fuerza, diciendo: "No es nada. ¡Son solo algunas prendas que compré en Internet!".
En vista de que dos de las chicas no se llevaban bien con ella, al verla actuar de esa manera, una de ellas se burló: "¡Si no quieres que veamos, está bien! No tienes que mentir. Para como lo estás ocultando, ¡debe ser algo impresentable!".
En realidad, a Cherry le importaba muy poco su opinión, pero no pudo ocultar su sonrisa amarga y su expresión de incomodidad.
Mientras tanto, su compañera de cuarto y mejor amiga, Joy Lodge, se acercó a susurrarle: "Cherry, ¿qué está pasando? ¿Hay algún problema?".
"Joy, ¿podrías sacar a estas dos de aquí? Necesito cambiarme", respondió con torpeza.
"¿Por qué necesitas que se vayan?", preguntó Joy con cierto asombro. "No es nada inusual que te vean. De hecho, generalmente se permite que las demás se queden cuando te cambias. De todas maneras aquí todas somos chicas. ¿Por qué tanta timidez de repente?".
"Joy, por favor. ¡Te lo explicaré después!".
"¿Ah? Bueno, de acuerdo. ¡Me la debes! ¡Tendrás que brindarme la cena!".
Acto seguido, Joy encontró una excusa poco convincente para sacar a las otras chicas de la habitación y dejar a Cherry sola. Allí, la joven miró las cajas con una sonrisa amarga.
Luego, se quedó mirando los tacones altos y el sexy vestido escotado, que tenían una nota pidiéndole que los usara en la despedida de soltero de Ron Frost esa noche.
A causa de ello, se vistió para descubrir al verse en el espejo que llevaba apenas la cantidad de tela necesaria para cubrir lo indispensable. Francamente era mucho más sexy de lo que se había imaginado. El largo escote dejaba demasiada piel expuesta, por lo que sin importar cuánto lo intentara, no lograría taparse demasiado. A decir verdad, lo único que diferenciaba a ese vestido de una lencería sexy era que no era transparente.
De pronto, justo cuando Cherry estaba haciendo todo lo posible por cubrirse, la puerta de la habitación se abrió, dejando a las tres chicas boquiabiertas.
Intercambiaron miradas al tiempo que observaban a Cherry con su prenda que de casualidad cubría su trasero pero no su suave y delicada espalda. Sin duda, el vestido se ajustaba perfectamente a su esbelta cintura. Además, sus jugosos pechos quedaban medio expuestos y la fina tela no hacía nada para ocultar sus pezones. Aparte de eso, sus piernas se veían aún más hermosas con los tacones puestos.
Cherry era la chica más hermosa de la Real Academia de Danza, una belleza ampliamente conocida entre estudiantes y profesores. Siempre había sido tratada como una diosa por sus compañeros, de modo que al verla con este vestido, pues...