Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Novia del Señor Millonario
Una esposa para mi hermano
Mi esposo millonario: Felices para siempre
La heredera fantasma: renacer en la sombra
No me dejes, mi pareja
—Cristal! Cristal! ¡vamos a jugar a las escondidillas! ¡vamos! — gritó una voz a los lejos—.
—¡Espérame! No vayas tan rápido, ¡espérame! ¡n-no te v-vayas! — grite agitada—.
—¡No hay tiempo! ¡Corre! — seguía gritando la voz a lo lejos—. Mientras corría detrás de aquella voz desconocida, escuche una más fuerte detrás de mí.
—¡Cristal, despierta! ¡Llegarás tarde! —.
En ese momento me desperté alzando la mano al techo, sudando frío y con respiración cortada. Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que aquello que vi y sentí fue un sueño, demasiado extraño y real, pero la voz detrás de mí resulto ser mi madre gritándome para ir a la escuela, así que baje rápidamente para comer el desayuno, cuando mi madre me vio tan agitada me miró preocupada
—¡Vaya! Cristal, ¿has tenido un mal sueño? lamento haberte despertado de esa manera pero sabes que tu padre se molesta mucho si llegas tarde a la escuela. —dijo mirándome con pesar— Bueno debes comer rápido y cambiarte para ir a la escuela. —
Mi madre era una persona muy extraña, siempre sonreía falsamente desde que tengo memoria, así que siempre me acostumbre a las personas doble cara, como mi padre, él siempre fue estricto tanto conmigo como con mi madre, si hacíamos algo que no estaba en los planes de mi padre o le desobedecíamos, no terminaba nada bien...y todo esto comenzó a medida que fui creciendo, tal vez yo sea el motivo de que mis padres peleen cada noche. Aunque no tengo tiempo para pensar en esto, solo debo vivir como mis padres quieren que viva, no tengo motivos ni razones para desobedecerlos. Siempre he pensado que lo hacen por mi propio bien y eso es lo único que necesito saber, pensando esto di el ultimo bocado de mi huevo, di gracias por el desayuno y subí las escaleras a paso apresurado a prepararme para la escuela.
Al terminar de ponerme el uniforme, me puse mi mochila y como toque final puse un pequeño moño entre mi flequillo, al terminar baje las escaleras tome mi almuerzo de la mesa, me despedí de mi madre y me fui caminando a la escuela, normalmente tomaría el autobús pero justo ese día no pasaba por mi casa. Mientras iba de camino a la escuela vi un gran camión de mudanza a unas pocas cuadras de mi casa, aquello era muy inusual y me tomó por sorpresa ya que aquella casa siempre estuvo abandonada, y gracias a eso todos mis compañeros de clase pensaban que estaba embrujada o que había alguien misterioso viviendo ahí, a decir verdad eso me parecía muy ridículo y poco creíble, así que solo pase de largo y me dirigí en lineal recta hasta la entrada de la escuela, al llegar vi a muchos de mis compañeros susurrando en el pasillo principal y mirándome, aquel acontecimiento era muy raro nunca fui el centro de atención, así que mire con detenimiento hacia donde se dirigían sus ojos y vi que a la que miraban no era a mí si no a algo que había detrás mío así que voltee hacía atrás. Lo que encontré no fue un animal o algo que traía arrastrando si no a una niña tratando de esconderse detrás de mí, me quede mirándola unos segundos y no pude ver nada llamativo o extraño de parte de ella, seguía sin entender el por qué, pero al parecer el haberme parado hizo que la niña se asustara abruptamente
—¡O-Oh! ¡Lo siento mucho! —dijo la niña con voz temblorosa—.
—Ah, no hay problema pero ¿por qué te escondes? —pregunte confundida—.
—Ni yo sé por qué...desde que me mude todo el mundo me ha estado mirando raro, —dijo mirando alrededor—.
Ahora ya entendía por qué todos se le quedaban mirando, seguro le tienen miedo por haberse mudado a la "casa embrujada". No podía dejarla sola a vista de todos, así que le tome la mano y fuimos al otro lado del pasillo.