Una esposa para mi hermano
Yo soy tuya y tú eres mío
El camino a reparar tu corázon
Vuelve conmigo, amor mío
El regreso de la heredera adorada
La segunda oportunidad en el amor
Tener hijo con mi mejor amigo
Enamorarme de ella después del divorcio
El amor predestinado del príncipe licántropo maldito
¿Quién se atreve a cortejar a mi reina encantadora?
"Hola, Marco. Recuerda que hoy es nuestro tercer aniversario de bodas. Te preparé una sorpresa. ¿Puedes llegar temprano hoy a casa?".
Después de enviar el mensaje, Loraine Bryant se quedó mirando la pantalla de su celular con gran expectativa, y no quería soltarlo para no perderse cuando Marco respondiera.
Sin embargo, no obtuvo ningún mensaje, como de costumbre.
De repente, sonó el timbre, ante lo que su corazón saltó de alegría y sus ojos se iluminaron.
¿Sería Marco?
Loraine se apresuró a abrir la puerta.
Para su decepción, solo vio a los guardaespaldas de Marco parados allí afuera.
"Señora Bryant, tiene que venir con nosotros al hospital ahora", ordenó uno de ellos.
Loraine dio un paso atrás en estado de shock y miedo. No obstante, los hombres la arrastraron hasta el auto.
En el camino, ella los bombardeó con preguntas. Sin embargo, ellos solo permanecieron en silencio.
El auto pronto se detuvo en el hospital, y los guardaespaldas la arrastraron desde el estacionamiento hasta el interior, donde la presionaron contra la pared de afuera de una habitación VIP.
Ella había cerrado los ojos por miedo, y cuando finalmente los abrió, lo primero que vio fue el rostro de la hermana de su esposo, Marina Bryant.
"¿Por qué te tardaste tanto?", cuestionó esta irritada.
Un mal presentimiento se arremolinaba en el corazón de Loraine. "¿Qué haces en este lugar? ¿Por qué esos guardaespaldas me arrastraron aquí? ¿Le pasó algo malo a Marco? ¿Está enfermo?".
"¡Cállate!", le gritó Marina, interrumpiéndola. "No le pasó nada malo a mi hermano. Te trajeron aquí porque le vas a dar a Keely uno de tus riñones".
"¿Qué?", soltó Loraine sin poder creer lo que escuchaba. "¿Marco aceptó esto?".
Los tres años de su matrimonio no fueron nada románticos ni dulces. Ella sabía de Keely Haywood, la chica consentida de Marco. Esta había estado recibiendo un tratamiento en el extranjero, y el hombre viajaba constantemente para verla, por lo que rara vez estaba en casa. Ahora que Keely estaba de vuelta en el país, él la llevó a su casa y le daba toda su atención.