Todo estaba en completo silencio, nadie intentaba decir ni media palabra en medio de la oscura habitación de madera vieja, el olor a moho emanaba del lugar en conjunto con pequeñas gotas que caían del techo que al tocar el suelo soltaban pequeñas partículas húmedas a los pies más cercanos.
De repente la puerta se abrió bruscamente dejando libre el paso a un joven soldado quién mantenía el paso dudoso, trató de entrar pero al notar a su compañero tirado en el suelo repleto de sangre y con dos heridas notorias una en el cuello y otra en su pecho muy cerca del corazón entro en pánico y trato de retroceder pero una figura detrás lo detuvo.
El joven al mirarlo camino pasos rápidos asía atrás entrando aún más en la habitación pero callo después de tropezar con el cuerpo sin vida, aun con todo el pánico apoderándose de su mente y cuerpo quiso seguir alejándose pero al ver que solo estaba atrapado dentro de esas cuatro paredes en compañía de un cuerpo sin puso decidió mantener la calma aunque le era casi imposible.
—¡¿Qué es lo que quiere?! —increpo el hombre con uniforme tirado en el suelo a la figura delante de él sin rostro.
Dentro de aquella capa que escondía a la figura se encontraba un ser bastante poderoso, para el joven no se trataba de un simple jefe de un Clan muy popular o de una Secta bastante cruel, no, para el joven había algo más en aquel ser, algo que ni el mismo podía descifrar ni con los años de experiencia que tenía en el ejército.
Aquel ser dibujo una pequeña sonrisa macabra, aunque estaba escondido podía resaltar aquella maliciosa risa que lo caracterizaba en el momento.
—Sabes perfectamente lo que quiero. —revelo la voz detrás de aquellos labios pequeños pero delicados a simple vista, dando a entender que se trataba de una mujer.
El joven tirado en el suelo con dos heridas de pronto soltó una toz débil botando después sangre en ella, el otro al ver que su amigo todavía vivía trato de ayudarlo pero aquella mujer de pie uso su magia negra y con ella desprendió el cuello del resto del cuerpo del joven agonizando.
El otro al ver aquella atroz escena grito del susto quedando con sus manos en el aire y en shock. —Era solo un niño… —musito dejando caer de su ojos grandes gotas de lagrima que rodeaban sus labios combinándose así con su saliva.
—Es una lástima… Lo único que tenía que hacer era hacer guardia.
El otro hombre que aún se encontraba sentado a un lado del cuerpo degollado entro en completo furia, al ver la injustica en su amigo quiso vengarse, y junto parte de su qui y su poder combinándolos para quedar a la par de la mujer, para cuando creyó estar listo para atacar se levantó eufórico pero la mujer le tomo ventaja y con un solo movimiento le basto para sostenerlo del cuello y elevarlo.
La mujer lo miro directo a los ojos mientras que él se esforzaba por zafarse de su agarre, giraba su cabeza y observaba como sufría, como trabaja por su vida pero sin ningún éxito. —¿Desde cuándo un agente se atreve a desafiar a un Dios? —dicho esto el hombre dejo de pelear dando a entender que había muerto por asfixia.
La mujer lo soltó sin cuidado y el simplemente cayó al suelo, la mujer sonrió al ver lo miserable que se veía. —Es una lástima que dichos dones sean desperdiciados en seres como tú.
Segundos después llegó otra mujer, se situó detrás de ella y miro a ambos cadáveres juntos, ver aquella espantosa escena hizo que se le revolviera su estómago y que quitara la vista de allí de la indignación.
La mujer causante de esto miro su reacción y sonrió irónicamente, dirigió su mirada nuevamente a ambos cuerpos y le dio órdenes a su sierva que los examinara y que por último que extranjera sus poderes, aquella orden era algo difícil de obedecer debido a que habían ordenes especifica de no quitar de una alma sus dones, asique la sierva dudo pero al final obedeció.
—Parece que tenemos un gran camino por delante si queremos tomar ventaja del Clan “Wensian” —agrego la mujer con capa dirigiéndose a la joven que examinaba ambos cuerpos.
Al terminar de examinarlos la joven descubrió una marca en la espalda del hombre recién asesinado, entro en shock al descubrir de quién precedía esa marca y al momento de comunicárselo lo hizo con mucho cuidado.