Billy Anne
—¡Billy Anne Beasley Shepard! —grita el horrorizado anciano al tomar algo que sobresale de un bolso en el baúl del Jeep.
Mataré a Tyra, es oficial.
—No es lo que parece, abuelo. —Mis neuronas tejen una mentira mientras reacomodo la caja de mudanza entre mis manos—. Es... es la nueva batidora eléctrica PFG 500, multiuso, y con pilas recargables al sol para ir de camping.
No sé qué es lo que acabo de inventar. Sin embargo, Shepard arquea una ceja con auténtico interés. Supongo que juega a mi favor ser honesta la mayor parte del tiempo dado que ahora me cree sin dudar.
—A mí me parece un consola... —interviene Ciro, pero se queda sin aire cuando lo interrumpo al estampar la caja contra su pecho. La toma con una maldición y alzo la cabeza para dispararle una advertencia con los ojos—. Un consuelo para sus manos, coach. Ya no necesitará batir la salsa a mano —corrige.
Bill escudriña el artefacto y lo sacude de un lado al otro. Por suerte sus anteojos están en el auto y no es capaz de ver la diferencia entre un juguete sexual y un electrodoméstico.
—No se necesita una batidora para hacer salsa, estúpido Hyland.
Se nota que no heredaste el cerebro de tu madre.
—No, de ella heredé la belleza —informa el rubio con una sonrisa engreída antes de desaparecer dentro del edificio.
El entrenador, como insiste en que lo llamen a pesar de estar retirado, no es muy fan de los que se apellidan Hyland.
Le quito la tecnología de autoplacer para guardarla lejos de los ojos curiosos que transitan la calle. No quiero que se pregunten por qué un hombre de setenta y dos años usa un consolador a modo de maraca mexicana.
—Todavía no puedo creer que mamá y papá hayan aceptado esta clase de humillación para la única descendencia directa que dejarán en el planeta. —Me doblo por la cintura y tomo la última caja—. No es normal compartir piso con una compañera de veintitrés y tu abuelo. Es perturbador.
Me echo el bolso al hombro y lanzo la supuesta batidora a la caja.
—Solo serán tres meses. Deja de quejarte antes de que te haga correr para que conozcas el vecindario. Sabes que no soy tan anciano,
¿verdad? Si pude cargar con más de dos equipos y cuatro generaciones de zopencos en mis días como entrenador, puedo con un bolso y la PFG 500, multiuso, y con pilas recargables al sol para ir de camping, la cual quiero quedarme, por cierto. Haré pasteles.
Tyra tendrá más de un funeral por esto y me aseguraré de que haya la suficiente cantidad de donas como para que lamente no estar viva.
—Tu columbra vertebral con más de siete décadas de existencia no dice lo mismo.
Salto para alcanzar la puerta del maletero del Jeep. Me lleva unos dos intentos cerrarla mientras sostengo las cosas apretadas contra mi pecho con el brazo derecho.
Heredé muchas cosas de mis padres como, por ejemplo, mi cabello. Mi madre es castaña y mi padre rubio, y como si hubieran puesto sus cabezas dentro de una licuadora, terminé con lo que parece una peluca multicolor con más de cinco tonalidades diferentes. También tengo los rasgos faciales de Kansas Shepard y el IQ de Malcom Beasley.
Pero no tengo la altura de ninguno. Soy una especie de liliputiense de dieciocho años, con mis cinco pies de estatura.
—Acompañé a mis dos hijas, tanto a Kansas como a Zoe, en sus primeros años de universidad, así que no te librarás de mí tan fácil, cariño. —Deposita un burlesco beso en mi sien antes de añadir—: Por cierto, átate los cordones antes de que caigas sobre tu ya sabes qué.
—Pero ya me gradué de la universidad, voy a empezar a trabajar como un adulto real —objeto—. ¿Lo recuerdas o tu memoria comenzó con los cortocircuitos?
Bufa mientras caminamos hacia la entrada.
—Cortocircuito, mi trasero. Mi memoria funciona tan bien como las articulaciones de mi pie en caso de que me vea obligado a metérselo a alguien en su retaguardia.
—¿Qué hablamos sobre espantar a los posibles amigos y compañeros de mi recién empezada vida adulta usando tu extremidad como bate de béisbol, abuelo?
Levanta las manos con inocencia:
—No firmé ningún contrato. Niego con la cabeza.
Puedes alejar los traseros del pie de Bill Shepard pero no al pie de Bill Shepard de los traseros.
No estoy muy conforme con la idea de que él deba mudarse conmigo. En primer lugar, porque otra persona, en este caso una tal Ibeth Ridsley, tendrá que sufrir las consecuencias y, en segundo lugar, porque todo lo que quería era independizarme.
Supongo que estas son las consecuencias de tener un cerebro que va a toda velocidad. No es que me esté regodeando, pero tuve la suerte
—o la perdición— de que mis neuronas cooperaran antes de tiempo respecto a cualquier cosa. Salté del kínder al preescolar y luego de unos pocos años empecé la preparatoria, la cual terminé tan rápido como para adentrarme a la universidad con quince años y hacer la carrera de periodismo en tiempo récord.
Mis padres estaban orgullosos, aunque también aterrados. Creyeron que me costaría adaptarme al ritmo de una vida adulta y conseguir un trabajo. Como tenía planeado mudarme a otra ciudad, pensaron que necesitaría a alguien que me acompañara hasta que las cosas se estabilizaran. Tengo a mis mejores amigos, Tyra y Ciro, quienes asisten a la Kordell Central University, pero eso no fue suficiente.
El abuelo, desde que se retiró, quiso comenzar a recorrer el mundo con la abuela Anneley. Sin embargo, con su lado sobreprotector y entrometido a la vista, estuvo más que de acuerdo con mis padres, y fue el primero en ofrecerse a ser mi chaperón temporal.
Su esposa visitará durante estos tres meses de primavera a sus nietos en California, los hijos de Sierra Montgomery y Logan Mercury, mientras él me seguirá como Scooby-Doo y Shaggy tras una scooby-galleta.
Para el comienzo del verano, se hará una fiesta de despedida antes de que la pareja emprenda su viaje. Mientras tanto, debo sobrevivir a la sobrealimentación con pasta del abuelo y a su problema de gases, que...
Ahogo un grito cuando me piso los cordones y tropiezo hacia adelante. Hago el desesperado intento de no perder el equilibrio... y me comienzo a caer con la caja, pero un sujeto lo suficientemente rápido me la quita.
Y voy de cara al piso.