CAPÍTULO 01
Fue en una noche de verano cuando le conocí…
Todo estaba perdido, el Reino de Romian había caído ante la conquista del país vecino, Maita, después de un largo y caótico año en guerra.
Jamás olvidaré ese momento…
Sus afilados ojos dorados viéndome como si fuera una molestía, algo de lo que tenía que deshacerse en ese instante.
Una mirada penetrante que causó que mi cuerpo temblara a pesar de mi fingida serenidad para mantener mi dignidad hasta mi último momento de vida.
Él quien era conocido como un Rey guerrero y bastante cruel con sus enemigos, definitivamente no tendría piedad de mí.
Yo estaba completamente a su merced…
¿Sobreviviré?, Aún más importante, si muero, ¿qué pasará con mi amada hija?
En ese entonces, no tenía idea de lo que el destino me deparaba.
— Yurina Beforth.
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¡PAM!
Las puertas del salón de seguridad de los Reyes Romianos se abrieron de golpe.
—Todo terminó majestades, la seguridad en el castillo principal ha caído —informó uno de los guardianes principales del Rey, Ángel Lerylan, esposo de la Reina, Yurina.
Ángel frunció el ceño, sentía un escalofrío recorrer todo su cuerpo.
Sus ojos cafés se posaron hacia la entrada, los gritos de agonía que se escuchaban en las afueras pertenecían a los guardianes en el exterior de dicho salón.
Ángel Lerylan tragó en seco.
¡Más de un año luchó contra ese Rey conquistador!
Sin embargo, su poder militar y estratégico no fue suficiente.
¡Romian había caído!
En un momento, el silencio absoluto se apoderó del salón, finalmente los gritos de los guardianes habían cesado, lo que significaba… que ya no quedaba ninguno con vida.
El guardián mensajero del Rey comenzó a temer por su vida.
En el trono, el Rey Ángel Lerylan estaba preparado para lo inevitable; sentada a su lado, su esposa que lucía como una radiante joya de rubí, vestida de rojo.
Ambos usando sus coronas respectivas y los emblemas de su nación, estaban preparados para… morir.
Yurina posó sus ojos verdes en su marido, seguidamente desvío su mirada hacia la entrada cuando se comenzaron a escuchar los pasos de pesadas botas acercándose.
Parecían ser bastantes; eso pensó Yurina y efectivamente lo eran.
En cuestión de minutos el salón se encontró invadido por caballeros luciendo las armaduras del Reino de Maita.
—¡Romian ha caído! ¡La monarquía del Linaje Lerylan con el! —Anunció a grandes voces el primer caballero del Rey Maitano que ingresó.
La expresión de molestía era clara en Ángel, que sin querer morir se puso de pie y sacó su espada cuando vió al Rey Maitano acercarse con una aura imponente y sus vestimentas manchadas del rojo carmesí perteneciente a los Romianos.
—¡Rey Landel Lamparth!, ¡Para obtener Romian debes pasar por encima de mi cadáver!, Te reto a un duelo aquí mismo en este preciso momento —decía Ángel, viendo con furia a ese joven Rey de cabello oscuro.
Los caballeros que acompañaban al Rey Landel de inmediato quisieron intervenir y apresar al Rey de Romian, Ángel.
Sin embargo, Landel no lo permitió.
—Alto — frenó a sus caballeros—. Acepto el reto, Rey Lerylan —añadió Landel Lamparth.
…..