Historias eróticas

Un día nuevo ah llegado para ser mas exactos el lunes voy camino a mi empresa en las calles de nueva york siempre que paso por la misma calle encuentro a una bella chica correr, se ve ruda y sexy al mismo tiempo todo en una sola persona y es difícil encontrar mujeres que se venda rudas y bellas y sexys al mismo tiempo, muevo mi cabeza a los lados para volver a la realidad, se nota que le pongo mucha atención a una chica insignificante que veo pasar casi todos los días por estás mismas calles correr y le estoy poniendo más interés de lo estricta mente necesario pero a veces  no puedo evitarlo c

uando mis ojos vuelan a ella sin darme cuenta, giro el rostro al frente y dejo de ver por la ventana poniendo mi cara de poker.

Dentro de unas horas tendré que atender unas entrevistas de trabajo ¿por que lo haré personal mente yo y no recursos humanos? Pues porque necesito una persona calificada para poder desempeñar el puesto de mi asistente personal. Porque no soy una persona normal no siempre me voy para lo legal y hago cosas que requieren mucha discreción por eso la elegiré yo, para saber si es capas de desempeñar el trabajo que le tocará necesito una sumisa laboral que nunca diga que no a lo que yo ordene y que mi palabra sea la ley como siempre ah sido.

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Ninguna de estas incompetentes mujeres tiene lo que necesito ya entreviste cinco mujeres y ninguna cumple mis expectativas a lo que yo necesito, le digo a mi secretaria que haga pasar a la que sigue ya quiero salir de esto lo las pronto posible tengo mucho que hacer; estoy distraído viendo unas graficas en mi ordenador cuando tocan la puerta y le digo que pase, cuando subo la vista y veo la mujer delante de mi quedo idiotizado se parece mucho a la mujer tatuada que veo correr todos los días pero hay algo diferente en ella