— Señor Durán, lo lamento mucho, pero ya su tratamiento no es suficiente para detener la enfermedad, lamentablemente debemos comenzar lo antes posible las quimioterapias—. Informó el Oncólogo Ruiz, uno de los mejores especialistas en cáncer de pulmón de España.
—¿Cuando debe empezar doctor Ruiz?—. Preguntó Marilyn la esposa de Alfonso.
— En un mes como máximo—. El médico se sentía mal por la familia Durán, sin embargo; debía ser sincero con lo que estaba ocurriendo.
—¿Y cuales son las posibilidades de salir bien si asisto a las quimioterapias?—. Preguntó Alfonso, él sabía que algún día llegaría ese día, pero tenía fe de que los medicamentos pudieran ayudarlo a no llegar a tal realización, él conocía personas que habían pasado por ese proceso y era muy degastante y agotador, si por él fuera, no se lo haría, pero sabía que su esposa no se lo permitiría.
Marilyn y él habían estado 30 años casado, sin contar el hecho de que se habían conocido desde que eran adolescentes y fueron novios desde una edad muy temprana.
Su esposa lo amaba tanto que iba a agotar hasta la última posibilidad que tuviera para alargar su vida y él no quería verla sufrir por su enfermedad así que por ella aceptaría la quimioterapia.
Alfonso llevaba con la enfermedad dos años y en ese tiempo se mantuvo bajo un tratamiento exhaustivo, tanto de medicamentos como de alimentación, pasó de fumar cigarrillos a comer paletas.
Sus hijos se habían dado cuenta del cambio y le preguntaron al respecto, pero tanto Alfonso como marilyn, dijeron que había tomado la decisión de dejar el cigarrillo porque ya era hora de dejar de darle dinero a las empresa de tabaco.
Los 4 chicos rieron y no hicieron más preguntas, aunque en su interior sabían que su padre no estaba bien de salud, pero para no exponerlo, decidieron no hacer más preguntas y reírse de su chiste.
Era imposible que su padre dejara el vicio del tabaco por dinero, ya que fumaba desde los 18 años y en la actualidad no le faltaba dinero, era el dueño de una de las mayores empresas automotriz de toda España, por lo que el dinero no era una razón creíble y más sabiendo que a su padre le había costado tanto dejar dicho vicio.
—En estos momentos no puedo darle una respuesta acerca de las probabilidades señor Durán, ya que todo cuerpo reacciona diferente a la quimioterapia, lo que si le recomiendo es que comparta dicha información con su familia, el apoyo familiar en estos momentos es muy importante, hay muchos pacientes que padecen de un cáncer demasiado agresivo y al final salen vencedores y no puedo decir que es solo por nuestros trabajo, sería demasiado egoísta si lo pensara, los pacientes logran vencer el cáncer, también gracias a sus esposas, hijos, hermanos, nietos y demás familiares que los acompañan y siempre le dan ánimo, estar emocionalmente estable es muy importante, también puedo darle la tarjeta de nuestro terapeuta encargado de estos casos—. Ofreció el doctor Ruiz, mientras extendía la mano para pasarle la tarjeta del profesional de la salud mental.
Marilyn agarró la tarjeta y le agradeció al doctor, tomó la mano de Alfonso que a pesar de verse tranquilo, estaba nervioso y ella lo pudo notar al momento de sentir su temperatura helada.
—Vamos un rato al parque que está a la vuelta, así podrás tomar un poco de aire—. Dijo su esposa, que a pesar de también sentirse asustada, trataba todo lo posible de permanecer fuerte.
Ambos salieron al parque y se sentaron en un banco a ver como los niños jugaban, algunas personas trotaban, paseaban a sus mascotas y otros simplemente charlaban.
—¿Cuando le dirás a los chicos?—. Preguntó Marilyn.
—Aún no lo sé querida, pero sabes, eso no es tanto lo que me preocupa, total, algún día vamos a morir, ¿no crees?—. Murmuró Alfonso con una mirada al cielo, para luego agregar por medio de un suspiro. —Lo que más me preocupa es que aunque los chicos tiene 27 años, ninguno ha encontrado una pareja ideal que los acompañe, Tú sabes lo que yo siempre he pensado al respecto con el tema del amor—.
Alfonso Durán, a pesar de que en la actualidad tenía una posición económica alta, la verdad es que no siempre fue así, de hecho, tanto Marilyn como él, venían de una familia muy humilde, ambos se conocieron en el mismo barrio y cuando él la vio a sus 16 años, quedó impactado, aunque sus amigos decían que no iban a durar mucho ya que aún eran muy jóvenes, con el pasar de los años la pareja demostró que su amor era fuerte y sincero.