Érase una vez, una pareja de matrimonio que querían, que anhelaban un hijo varón.
Pero el destino le tenía preparado otra sorpresa, un par de niñas.
Paula Blunt, se asustó mucho cuando supo que esperaba no una hija sino dos niñas, una gran inutilidad para su matrimonio, su esposo no quería hijos. En todo caso solo querían un hijo varón, para complacer al patriarca de la familia Blunt Garza.
Esta situación llevó a tomar extremas decisiones a Paula, tanto que la madre de las niñas recién nacidas se deshizo de sus hijas enseguida.
Llegando a parar en un orfanato, la suerte de las recién nacidas estaba echada, como siempre el mundo siendo tan cruel, varios matrimonios pasaron como en un desfile.
Ningún matrimonio quiso tomar en adopción a un par de niños idénticos, pues a su conveniencia deseaban un hijo o una hija no se podía llevar solo a una de las gemelas, tenían que ser las dos o si no aparentarian ser muy crueles, la gente, la sociedad vive de las apariencias o de el qué dirán.
Cansados de que no las adoptaran, las separan cuando ya tienen más de dos años.
Un matrimonio inglés se acercó al orfanato donde se hayaba la mayor de las niñas y se encariñó de inmediato. Corrió con mucha suerte, por que la amaron sinceramente y la llevaron a Estados Unidos a vivir una plena vida.
Ella era Lía Michel.
Lo mismo ocurrió con la segunda bebé, otro matrimonio formal la adoptó, era una familia de clase media, sin embargo, al poco tiempo de llevarse a la segunda niña, concibieron a su primer hijo, por lo que la pequeña niña a sus cinco años fue devuelta al mismo orfanato.
Esta vez, ella traía algo diferente, su propio nombre, Marianela, estaba orgullosa de al menos conservar su nombre. Aunque aquella pareja de matrimonio le quitara hasta el apellido.
Siempre que se presentara nuevos posibles padres para adoptarlos, Marianela se escondía, no quería ser elegida y una vez más ser rechazada.
Vivió en aquel Orfanato hasta sus catorce años, luego tuvo que huir de allí, había ciertos dirigentes de dicho Orfanato que no eran buenas personas, era preferible vivir en las tierras de África rodeados de Leones que entre estas personas malvadas. Marianela aprendió mucho a ser muy perspicaz, a estar adelante dos pasos siempre. A no confiar, a aprender rápido para estar siempre en delantera.
En ese Orfanato había corrupción y se practicaba pecados imperdonables.
Para cuando Marianela saliera huyendo de estás paredes que lejos de protegerla la acechaban y la acorralaban, aprendió viendo a escondidas toda clase de prácticas abominables en sus puertas para dentro.
***
Dos años después...
Marianela quien ya tenía 16 años, había sobrevivido dos años consecutivos en las calles, no la habían agredido ni físicamente ni sexualmente, cosa que hubiera ocurrido hace mucho tiempo atrás de haber continuado viviendo en dicho Orfanato.