Luggina Pierre.
Una joven estudiante de universidad, acostumbrada a tenerlo todo cuanto quiere. Heredera de una gran fortuna.
Y aún así lleva una doble vida.
Es la bailarina más cotizada del IMPERIAL CLUB, del que es dueña.
Acostumbrada a tenerlo toda bajo control, un día se ve descubierta por quién menos lo imagina. Su profesor.
Lucciano Lombardi.
Arrogante y frío magnate, que acepta ayudar a su amiga reemplazando la en la universidad, bajo la identidad de Alexander Santini.
Ese favor, le pondrá la vida de cabeza, cuando conoce a sus alumnas, y en especial, a una, qué hará de todo por fastidiar le su existencia.
Podrá Lucciano aceptar el amor que siente por su alumna
Podrá Luggina, romper el Taboo de los números y enfrentar a todos por ese amor con mucha diferencias de edad.
Si logran derribar las barreras que existen, Lucciano y Luggina, vivirán un torrente de pasión desenfrenada y el amor más puro
"Ven mi pequeña ojos de esmeralda, que hermosa chiquita"
—Tú tienes una voz muy bonita. — Dijo la pequeña en los brazos del desconocido.
— ¿En serio? Jamás nadie me dijeron eso antes, eres la primera.
— ¿La primera?
— Mmj, nadie antes que tú.
— Pues entonces seré tu novia, si soy la primera en decírtelo, soy tu novia ¿verdad.?
— Ajá,
Confirmó Lucciano, mientras caminaba con una pequeña niña rubia de hermosos ojos verdes, cargándola en brazos.
Esa pequeña y traviesa niña tomó su rostro entre sus pequeñas, manitas lo miró a los ojos y le sonrió, y dio un beso en la punta de la nariz.
— Con este beso ya soy tu novia.
— ¿¡Soy tu novio!?
Respondió riendo.
— No puedes traicionarme nunca, ya soy tu novia.
Dijo dándole otro beso en la mejilla, para despedirse y entregándola a su padre, se alejaron y jamás supo de su nombre."
Luggina Pierre D'Alessio, despertaba nuevamente con ese sueño que no le permitía olvidar al desconocido de la medalla. La suya la había perdido, y entre su ropa encontró la que decía ERES MI VIDA.
La sacó del joyero.
"Soy tu novio"
"Siempre reía sola, y al recordar a su novio de infancia, guardó el collar en su lugar secreto, escuchó los golpes de la puerta y se tiró nuevamente sobre la cama cubriéndose con el cobertor hasta la cabeza."
— ¡Adelante.!
Digo, levantando el cobertor muy despacio, veo entrar a mi nana Zuria.
Es mi nana bella, mi cómplice, mi confidente, me consiente mucho y solo ella sabe realmente mi pasión por el pole dance. Y mi guarda personal, que además de ser mi mejor amigo, Miguel Ángel Larusso, que de nombre es el dueño de una de mis mejores clubes nocturnos del país.
¿Y quién es la verdadera dueña? Pues nada más y nada menos, que ¡Yo! No podía ser diferente, me encanta ese lugar refleja, mi yo oculto, ahí me siento libre atrevida, soy una diferente cada ves que salgo al escenario. Cómo quien dice, en esa tarima está siempre mi verdadera yo.
¡Ja! Si se enteran que la bailarina más famosa del lugar soy yo, más de uno cae infartado, especialmente mi madre, por que a los hombres de mi vida, los traigo en la palma de mi mano. Mi abuelo Nato, mi padre Stef, y mi padre Sandro, saben que soy dueña del club.
¿Será que saben que bailo en calzones?
"Yo diría que se hacen de la vista gorda"
¡Puede ser! Si .
Vuelvo a tirarme de espalda en mi cama.
"Mmm quiero dormir mil horas"
Gritó en sus pensamientos.
" No puedes, te gusta escapar ahora aguanta"
Me cuestionó mi conciencia.
" Hay conciencia, sabes que te odio ¿verdad?" Me recrimino en un susurro.
" ¡Levántate¡ mi niña.
Dice mi nana mientras corre las cortinas.
— !Nana! — Por favor, cinco nada más.
Pido descubriendo me la cara.
— !No! Ya a levantarse, o quieres que tu madre se dé cuenta de que estás aún con esa ropa, bueno con esos pedazos de ropa, y para cuando regreses de la universidad ya no tendrás a Miguel Ángel como tú custodio, y en lugar de cortinas encontrarás rejas en las ventanas, y cuando entres a tu habitación, ponga llaves.
— ¡Joder! Eso sería la muerte para mí, Nana.
Digo y me levanto como impulsada por un resorte, me meto al baño, me ducho, en menos de cinco minutos me estoy vistiendo, me pongo unas botas altas, falda roja de cuadros corta a la cadera, blusa blanca mangas largas, y recojo mi cabello en una cola, mientras Nana se encarga de esconder esos trozos de ropa como dice ella.
Bajo corriendo las escaleras.
Ya todos están en la mesa esperando por mí.
— ¡Buenos días! familia.
Digo dando un beso a mi abuelo luego a mi padre y después a mi madre, a mis hermanos les doy beso volado.
— ¡Hija! No sé porqué estoy viendo que cada ciertos días de la semana, te levantas muy tarde y cansada.
— Madre, no todas las noches preparo clases, mira mis notas, son las mejores, estos trasnoche tiene sus resultados ¿No crees?
Digo mirando a mi abuelo suplicando ayuda.
— Hija ya estás organizando tu fiesta de tus diecinueve años.
— Sí abuelo. Ya tengo la lista para la fiesta que ustedes quieren porque mis amigas y yo ya planeamos una en el yate.
Digo toda emocionada y mi madre me mira furiosa poniéndose de pie y caminando en mi dirección.
— ¡No! en el yate no.