Novia del Señor Millonario
Cariño, déjalo y ven conmigo
El regreso de la esposa no deseada
Yo soy tuya y tú eres mío
Tesoro de CEO
La segunda oportunidad en el amor
Mimada por el despiadado jefe clandestino
La venganza de la heredera genio oculta bajo la máscara
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Mi encuentro con un misterioso magnate
Érase una vez huérfano como casi cualquiera. Un pequeño niño de ocho años que todas sus presentaciones fueron más que una desgracia. Preguntas como "¿Cuál es tu nombre?" o "¿Quién eres?", eran tan complicadas de responder para el pequeño. El huérfano creía que jamás encontraría una persona que respondiera con absoluta verdad.
Ese pequeño huérfano era llamado "mocoso", "niño", "rata", "huérfano", entre otros apodos, por todos. Al menos fue así hasta que cumplió 11 años. Todo comenzó el día que recibió el nombre de Hansen y ese recuerdo permanece en su mente como si apenas lo hubiera obtenido el día de ayer.
Las personas están acostumbradas a conversar sobre sus propias vidas con sus amigos, sería bastante aburrido conocer a un sujeto que carece de una historia. Hansen, a pesar de ser un huérfano que no tiene conocimiento de su pasado o de su verdadero nombre, necesitaba una buena historia para conversar con las demás personas, consigo mismo o con las voces que lo acompañaban en sus oscuras y frías noches. "Cada quién es lo que quiere ser", era una de las frases que reinaba en la cabeza del pequeño huérfano antes de contar la supuesta historia de su pasado. Según Hansen, sus padres murieron un año antes de su amnesia, debido a la falta de dinero. Su familia sufrió desde siempre una crisis económica, no era un problema del que pudieran salir como si nada. Sus padres no cumplían con los estudios suficientes para ocupar grandes cargos que fueran capaces de darle a su familia el dinero suficiente para poder vivir en una lujosa mansión.
Una noche de otoño, sus padres tuvieron una discusión por la escasez de alimentos. A su padre se le ocurrió una inmoral pero rápida idea de conseguir alimento; robar. La gente del pueblo donde vivía los conocía, así que no era una buena opción robar de ese lugar, por lo que su padre tuvo que salir inmediatamente rumbo al pueblo vecino.