CAPÍTULO 1
Wyoming
evelyn carter
En esa hermosa tarde de verano de 2007, el calor era inmenso. Hacía unos buenos 32 grados, lo cual era muy raro aquí en Wyoming, a pesar de que era julio, pleno verano.
Wyoming es uno de los 50 estados de los Estados Unidos de América.
-Sal de esa agua Evy, pronto tu piel estará arrugada, igual que una anciana.
Evelyn Carter, mejor conocida como Evy, era una chica de 15 años, pero su cuerpo estaba tan desarrollado que pasaba por una chica de 18 años. Dondequiera que iba, los muchachos la miraban, una, dos, tres veces, las veces necesarias, para tener su imagen grabada en la mente.
Su cabello era un poco color caramelo debajo de sus hombros, tan pálido que a veces parecía rubio. Sus grandes y expresivos ojos eran marrones, amaba sus ojos. Dicen que los ojos son el espejo del alma, y el alma de Evy era pura. Al menos por ahora era pura en cuerpo, alma y pensamiento.
Evy era el menor de tres hermanos, Frank era el mayor, en pleno apogeo de sus 21 años, era un chico muy revuelto, igual que su padre, jactancioso, altivo, mandón, egocéntrico y machista, pero guapo, a pesar de todo. teniendo esa mirada de mierda, lograba tener un montón de chicas a sus pies, por su belleza.
Josh tenía 18 años y era mucho más tranquilo y apacible que su hermano, pero aun así, también tenía sus tonterías.
También era muy guapo, muy parecido a su hermano, pero mucho más tímido con las chicas.
Nicholas Carter era el padre, un hombre intrépido, jactancioso, altivo y arrogante, dueño de su propio olfato, al que le encantaba mandar. La finca donde vivían había sido dejada por sus padres, quienes la habían obtenido con mucha dificultad y sudor, pero el padre de Nicolás también era un hombre feroz y de pocas palabras y así creció, con una educación estricta.
Catherine Carter, la madre amorosa, paciente y cariñosa, lo opuesto a su esposo. Cuando dicen que los opuestos se atraen, no es por nada, piensa en los Carter. Era la única que a veces, solo a veces, lograba frenar a su marido. Pensaba que toda esa arrogancia era demasiada, ya veces tenía que calmar a la bestia.
Y lo hizo muy bien.
Catherine - Evy - gritó su madre a la orilla del lago - Ya te dije que salieras del agua, oh niña terca - habló, con las manos en las caderas.
Evy - Está bien, mamá, me voy.
Evy salió del agua de mala gana, le encantaba estar en el agua y quería disfrutarlo, porque cuando llegaba el invierno el lago se congelaba.
En su bikini rosa estaba aún más hermosa, sería una mujer hermosa, cuando todas sus curvas de adolescente se convirtieran en curvas de mujer.
Frank - Que vergüenza, donde lo has visto, andando en biquini así - dijo, mientras negaba con la cabeza.
Evy lo mira de reojo.
Evy: Parece que estoy en el centro comercial vestida así, Frank, sinceramente. Estoy en el lago, en el agua, ¿quieres que me vista así, con pantalones y cuello alto?