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Capítulo

Sara es una estudiante en el último año de la secundaria. Su madre falleció, su padre no existe para ella. Vive con su celoso hermano mayor. Fanática de los dulces y de juntarse a pasar el tiempo con sus dos mejores amigos. Su vida se ve interrumpida por un chico mayor y por quien despierta una gran curiosidad. ¿Casualidad? No lo sabe, pero él descubrirá en ella algo más que una adolescente de secundaria. Y a su hermano no le gustará para nada. Lo que aún no sabe es todo lo que alguien puede llegar a ocultar para conseguir lo que quiere.

Capítulo 1 Prólogo

Meses Antes...

Miré la hora en mi celular, pasaban las 12 del mediodía. Lo volví a guardar y miré hacia mi izquierda, apoyando el brazo en la puerta del auto. La chica cruzaba la calle con su perro pitbull amarrado a una cadena en su mano y en la otra tenía un chupetín. Ambos iban al unísono, pero aún así se veían raros. Ella tenía un vestido salmón lleno de flores pequeñas que le llegaba hasta los pies, su rostro lucía completamente despreocupado y angelical y él, una mirada asesina. Solté una leve risa inconscientemente negando con la cabeza.

Arranqué el auto cuando se alejaron, pero mi vista no los perdió. Sabía que estaban volviendo por el mismo lugar por donde vinieron. Algunas personas se hacían a un lado cuando pasaban junto a ellos, por temor al perro. Me gustaba eso, no sabía porqué. Quizás porque ninguno de los dos se inmutaba a la mirada de los demás, como si no existieran realmente. O quizás también porque ninguno estaba tan cerca de ella como para hacerle algo. Fruncí el ceño.

Avance lentamente el auto, no quería alcanzarlos y tampoco que me vieran. Llevaba tanto tiempo detrás de ellos, que su rutina prácticamente se había convertido en la mía. Sabía todos los lugares que frecuentaba, sus horarios, su familia, amistades, y ese gusto de comprar golosinas cada vez que salía a la calle. Parecía algo inevitable.

Era la hija de George Tyree, el sospechoso número uno del asesinato de mi padre y la persona menos culpable debido a sus influencias políticas. Era un importante ministro de la ciudad. Y si la justicia no podía hacer algo por mi padre, yo haría algo por él. A mi modo por supuesto.

Detuve el auto una esquina antes viendo como llegaban a su casa. Intercambió unas palabras con su vecina antes de meter la llave en la puerta e ingresar. Un golpe en el vidrio de mi auto me hizo sorprender levemente y volteé la vista para encontrarme con su hermano al otro lado. Hizo señas con los dedos y bajé el vidrio, algo molesto.

-¿Qué tal la seguidilla eh? -soltó Damián- Recuerdo pacíficamente haberte dicho que dejes de seguir a mi hermana.

-¿Quién dijo que la estoy siguiendo? Planeo invitarla a la salir –le guiñé un ojo y él apretó su mandíbula.

-Te enterraré junto con tu padre si haces algo -dijo y se separó de mi auto para dirigirse hacia su casa.

Lo miré unos segundos antes de arrancar el auto e irme de ahí. Había conocido a Damián unos días atrás y no fué muy grato que digamos. Sabia quien era yo, por supuesto. Y aún así no iba a dejar de hacer lo que estaba haciendo, estaba totalmente equivocado si pensó que me iba a intimidar solo por descubrir que seguía a su hermana. Era lo de menos.

...-

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