Allí estaba yo, sentada al final de la iglesia, tenía un vestido celeste que combinaba con mi piel trigueña, mi cabello está en una trenza que caía sobre mi espalda y mis ojos café oscuros estaban brillantes por las lágrimas Y no eran de felicidad, en el altar a varios pasos de mi estaba el, lo conocí hace varios años, estaba más delgado pero ahora sus músculos resaltaban en ese traje, me gustó, si, es que esos ojos claros me llevaban a otra galaxia Pero bueno el jamás se interesó en mi y mi sueño de estar con el se esfumó, por lo que trabaje en amarme a mi misma, pero hoy, en este pasillo conteniendo las lágrimas me doy cuenta que nunca deje de quererlo, hoy aquí el está frente a ella, que tiene el cabello negro y ojos tan parecidos a los míos «pero no soy yo» Y por ello estoy así, triste y me siento vacía, miro hacia arriba para apartar las lágrimas, el padre habla, pero al igual que ellos yo no escucho lo que dice, muerdo mi labio viendo su perfil y admirandolo, como siempre de lejos -Acepto - y eso me termina de matar, me levanto, como estoy al final de la iglesia no deben percatarse de mi presencia, así que lo hago y abro la puerta sin ningún tipo de ruido Y dirijo mi mirada hacia el una última vez, porque ya no hay más oportunidades, el está casándose y yo me estoy marcando -te deseo la mejor de las suertes - susurro, nuestros ojos se encuentran milésimas de segundos y tuerce la boca en una sonrisa siniestra que nunca le había visto -Adiós- murmura sin emitir sonidos -puede besar a la novia - el toma los labios de ella y la besa, sin dejar de mirarme, un escalofrío me recorre y termino de salir del lugar aprovechando el momento de euforia Yo sé cuál es mi lugar, a su lado siempre lo supe y no me duele eso, me duele lo que no debería sentir pero siento y mi autoestima me da bofetadas para que reaccione pero no lo hago, respiro e ingreso al primer supermercado que encuentro pago dos botellas grandes de vodka y regreso a mi departamento A sacar lo que el me hace sentir, termino ebria con el celular en mi mano recibiendo la primera nota peligrosa, una amenaza cubierta de palabras dulces Rosa violeta, tu cabello me recuerda la sangre que quiero que derrames, tus ojos café me recuerdan lo que tomo cada día esperando el momento de tenerte entre mis brazos y pueda absorberlo directamente de tus ojos, no te apartes, no te alejes, porque te voy a encontrar, siempre voy a encontrarte.
Baltimore/ Maryland (EE.UU)
15 de septiembre 2007
Nayr
Hago mi rutina diaria, levantando de la cama admirando el cielo de Baltimore desde mi departamento, no vivo en la cima del edificio, pero eso es suficiente para que pueda admirar el hermoso amanecer sin que los demás edificios me estorben mi vista, observo el cielo un minuto más coloreado de un sublime naranja y me adentro en la ducha para disipar mis pensamientos.
Y aunque lo evito todos viajan de inmediato a aquella noche, hace 5 años, aún no se cumplen del todo, faltan solo unos días, pero podría redondearlo a que si, hace 5 años exacto, cuando mi amor no correspondido, mi crush del momento (si, se que suena patético pero no es algo de lo que este orgullosa) jamás se interesó en mi y si en mi amiga de infancia, se casaron y para ahogar mis penas decidí beber hasta que no pude con mi conciencia
Cuando desperté tenía un mensaje de un número desconocido, la verdad mi primer pensamiento fue ignorarlo, en mi inocente mente de una chica de 18, dije que ese mensaje no era para mí ya que yo no tenía el cabello rojo, ni siquiera un apice así que no podía referirse a mi, lo de la sangre que quiere derramarse por mi cabello
Pero los días siguientes fueron una total tortura, porque cuando caminaba sentía que me observaban, que me seguían, una figura en la oscuridad me acechaba y los mensajes siguieron apareciendo, con cartas amenazantes escritas con sangre, y la hora que derramó mi ansiedad fue la noche del 30 de septiembre dónde tuve que salir huyendo de mi país porque estaba a punto de ser secuestrada
Mi padre, Jefe de la policía de un pequeño pueblo en Chicago, tuvo que hacerse cargo de la joven acosada, cambie mi identidad, mi color de cabello, mi color de ojos, todo para que dejarán de acosarme pero cada que me sentía en paz, todo comenzaba nuevamente, convirtiéndome en una nómada
Finalmente, hace 3 años me instale en Baltimore, me parecía demasiado hermoso, y los primeros días no podía salir debido al miedo, pero de repente todo se esfumó y respire un aire tranquilo, ahora con 23 años, con ya varios cambios de identidad encima, y de vuelta a mi tono natural de cabello, respiro tranquila
Aunque eso no me convence, temo cada día que me arrastren de nuevo a una vida donde el objetivo es verme sufriendo o verme muerta, pero intento llevar una vida normal como cualquier mujer que le tocó madurar a las fuerzas, me envuelvo en una toalla para secar mi cabello naturalmente mientras busco la ropa del día, saco el pantalón clásico color ocre, con una camisa entallada negra, que resalta los pequeños pechos que guardo en un sosten de encaje porque bueno son cómodos y cierro los botones para encajar la camisa en el pantalón
Mi cabello cae pegado en mi cara y lo aparto para hacer un discreto maquillaje y busco un par de tacones , mientras reviso los mensajes diarios que me llegan de la empresa, mi teléfono personal solo lo tienen 4 personas de mi círculo, que son mi papá, y mis 3 amigos, los único que me permito tener y son tan antiguos que dudo que alguien los conozca, y claro aprobados por el señor Víctor Hodka, mi padre
Tomo las llaves del departamento y sigo respondiendo los mensajes, mientras aseguro mi bolso y bajo las escaleras hasta saludar al portero, una Toyota Camry ya espera por mi cuando saludo al portero de mi edificio y saludo al chófer, inecesario para mí, súper necesario para mi padre, me conduce hasta la empresa, dónde soy la directora de marketing en negocios internacionales
Puesto por el que luche hasta que pude conseguirlo, saludo al de seguridad antes de adentrarme para seguir respondiendo los mensajes, percibo el coqueteo de mi codirector, pero decido ignorarlo, ya saben la paranoia
-Bueno empecemos el día - saludo con una sonrisa, y un nuevo mensaje ilumina mi número de teléfono personal, reviso creyendo que es de mi papá o de alguno de mis amigos pero no, no es de ninguno de ellos
«El negro en ti siempre se ve precioso, ¿que tal se vería el carmesí?»
Siento que me ahogo, que dejo de respirar, que las paredes a mi alrededor empiezan a cerrarse mientras me levanto corriendo, escapando una vez más se mi realidad
«Dije que siempre te encontraría, así que estoy de vuelta mi hermosa dama»
Recibo mensaje tras mensajes, la poca capacidad de mi teléfono recibe imágenes de mi, con mi rutina, de mi con mi codirector, de todo de lo que he huido estos años, y que ahora me persigue nuevamente
«Nos vemos pronto, y está vez no hay salida»
Y no puede haber más razón en esas palabras, porque creo que ya me quedé sin opciones.
Tomo mi teléfono con manos temblorosas mientras marco el número de papá, se demora hasta cuatro veces y por fin me contesta, las lágrimas no me dejan hablar y odio que me haya encontrado, odio vivir con miedo
-¿Que sucede pequeña?- me pregunta y sollozo, mientras busco el valor en mi voz para hablar
-El me encontró... Me encontró, Hodka- creo que pudo entenderme, -ven por mi, ven por mi- suplico
-Un agente te traerá, manten la calma, por favor, respira
La llamada se corta y me voy a un rincón de mi oficina tirándome al piso para seguir llorando, el celular vuelve a sonar en mis manos y un nuevo mensaje entra..
-Ya déjame en paz - gruño con desesperación
«No llores mi preciosa, porque aún no nos hemos visto de frente para provocarte esas lágrimas»
Está aquí
Está aquí
Va a matarme
Mi codirector, entra mirándome con preocupación
-Largate Trevor, lárgate de aquí - grito, pero el se acerca más, sacando de su espalda un arma, me quedo en blanco rogándole que no me mate con la mirada
-El comisionado Hodka me envió por ti - susurra, sacando el tambor del arma para dejarla a un lado, lo miro con desconfianza entonces rebusca dentro de su blazer - Soy el teniente Trevor Bishop, soy detective y el comisionado me puso en tu caso para tu seguridad
-Compruebalo - mi labio tiembla mientras busco la verdad en sus ojos y eso es lo que me muestra, saca un teléfono y marca un número mientras intenta acercarse cosa que no le permito, pone el teléfono en altavoz y escucho la voz de papá
-¿Que pasa Bishop?- gruñe papá - como le haya pasado algo te cortaré la cabeza y no solo en la agencia
-¿De verdad eres tú, Hodka?- susurro con la voz temblorosa
-Si, mi pequeña, Bishop te traerá es de mi entera confianza
Me quedo en silencio y el corta la llamada para ayudarme a levantar del suelo, me pasa su chaqueta por encima de mis hombros, coloca la mano en mi cintura, aprieto mi teléfono entre mis manos, mientras salimos del edificio, miro a mi alrededor por inercia y ahí está, esa presión, ese escalofrío
Esa sensación de que está cerca, de que me vigila, de que conoce cada uno de mis pasos, boto el aire despacio antes de subir a la camioneta mientras me acurrucó para dejar de sentir que viene por mi, que ya está aquí, Siento la mirada de Trevor y miro hacia el para conseguir un poco de seguridad
A los minutos llegamos a un viejo edificio, el se baja y corre a abrirme la puerta, si, me gusta Trevor creo que desde hace tiempo pero no había fijado mi vista en el por la paranoia por mi acosador, me aferró a su pecho cuando pongo mis pies sobre el suelo
-Estaras bien - susurra acariciando mi cabello, me hace caminar y más me aferró a el, cuando entramos por una puerta, cuando veo los ojos oscuros de papá, me suelto de Trevor y corro hacia el me refugia en sus brazos dejándome llorar
No se cuanto tiempo pasa pero mis lágrimas cesan y sus susurros me confirman que el hara lo imposible para mantenerme a salvó
* * *
-¿Cuál es el paso a seguir?- no quiero abandonar Baltimore, no quiero dejar mi trabajo, y quiero saber que se siente estar en una relación, pero es una mierda que el hijo de puta de mi acosador no se rinde, quiere verme muerta, y no va a parar hasta conseguirlo
Mi vista viaja desde papá hasta Trevor, si, cuando mi miedo bajo un poco fue que pude comprender que papá había lo infiltrado para mí seguridad, pues no me puedo quejar, porque bueno, creo que ahora mi atracción hacia el ha aumentado un poco
- Lo mejor es preparar una nueva identidad - murmura papá, no quiero pero si es lo que toca, pues debo buscar mi fortaleza mental para asimilarlo
-Hodka - habla Trevor después de mirarme - podrías considerar mi idea
-No voy a arriesgarla - habla papá y los miro confundidos
-¿De qué hablan?
-No lo digas - amenaza papá
-Cada que intentamos rastrearlo no podemos, y el estar traslandandote a cada nada nos dificulta el trabajo
-Callate Bishop
-Le recomendé a tu papá, hacer un plan dónde te quedes aquí, y así atraerlo hasta poder capturarlo
Eso no suena tan descabellado
-Pequeña no puedo ponerte en riesgo, debes entenderme
-Pero si lo atrapamos ya no tendría que irme de aquí, papá ese plan es excelente
-Escuchala, Hodka
-Tu cállate Bishop - gruñe - pequeña...
-Quiero hacerlo papá, ya quiero dejar de sentir miedo, por favor - suplico, el sacude la cabeza y yo insisto - por favor
-Pequeña... No quiero ponerte en riesgo, ¿Por qué no puedes entenderlo?
-Papi, ya estoy en riesgo, y cada vez que cambio de identidad es un solo acorralarme a quedarme sin opciones, tu lo sabes
-Pequeña
-Quiero hacerlo - mis ojos están cristalizados, y el bufa para atraerme a su pecho
-Vamos a hacerlo - susurra, y creo que al menos tengo una posibilidad.
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